Marlene Flores, la campeona nacional de ultra trail running 2021, se pegó una bacteria en la rodilla mientras corría en Francia el Ultra Trail de Mont-BIanc (denominado también UT MB), que se lleva a cabo en los Alpes y atraviesa el país galo, Italia y Suiza.
Lo que debía ser una corrida tranquila, terminó siendo una pesadilla que aún no termina. "Mi carrera partía el lunes 22 de agosto a las 00:00 horas. Ese día se me inflamaron el hígado y el colon producto de agua con minerales que me puse a tomar", relata la deportista.
"Pasé el día preocupada hasta que llegó la carrera. No logré recuperarme bien y al kilómetro 7 de los 145 que tenía la carrera, no podía respirar y el oxígeno que necesitaba para alimentar cada célula de mi cuerpo era deficiente. Alcancé a llegar a los 16 kilómetros y me retiré. Fue muy difícil porque llevaba un año esperando y preparándome para ese momento, pero no podía correr así", especifica.
Para pasar ese mal momento, decidió darse una segunda oportunidad y no perder el viaje. "A los dos días me fui a entrenar en un vertical de 1.400 metros de altitud, pero la bajada era muy técnica y mi cabeza no estaba bien. Me caí muy fuerte entre rocas con mi boca y mi rodilla, pero puse atención a la sangre que caía de mi boca y me limpié con un litro de agua con magnesio que tenía en mi mochila, pero no me preocupé tanto de mi rodilla", explica.
A los días el dolor de la rodilla se hizo más presente. Volvió a Chile y continuaba con molestias, que se fueron haciendo más y más intensas. Casi ha pasado un mes, pero tras comenzar a entrenar la bacteria volvió a despertar. "Mi boca sanó, pero mi rodilla no estaba bien. Seguía hinchada y cada vez me costaba más caminar, pero me hice la fuerte y lo dejé pasar, hasta que el jueves pasado desperté en la madrugada y sentía que mi rodilla se quemaba. Quise caminar y me desmayé, así que después le pedí ayuda a mi hermana para asistir a Urgencia del hospital de Puerto Montt", cuenta.
Ahí cambió todo para Marlene. "El diagnóstico es una celulitis infecciosa, que es una infección bacteriana que causa enrojecimiento, inflamación y dolor en el área de la piel infectada. Fue provocada porque la bacteria entró a través de la herida, pero estuvimos a tiempo y no pasó a mayores. Pudo haber sido peor según dijeron los médicos", dice aliviada mientras descansa junto a su familia en una parcela.
Ese día también debieron sacarle, con la ayuda de una jeringa, líquido desde la herida que estaba infectada. La jeringa salió llena, pero le alivió el dolor. Para eso también "Estoy con antibióticos, le dieron medicamentos: ketorolaco y paracetamol, y ahora estoy observando constantemente el color y temperatura de mi rodilla, y me tengo que poner hielo cuatro veces al día. Estoy levemente mejor, pero lo estoy pasando mal. Mi familia y mis mascotas han hecho que no me desanime tanto".