La reina Isabel II falleció en su residencia de Balmoral, a los 96 años de edad y con 70 años en el cargo. Su reinado presenció las consecuencias de la Sefunda Guerra Mundial, la transición del imperio a la Commonwealth, el fin de la Guerra Fría y la entrada y salida de Reino Unido de la Unión Europea. "La reina murió en paz en Balmoral esta tarde", informó el Palacio de Buckingham.
El británico Kevin Poulter, anfitrión y socio de la tienda gourmet Coquinaría, trabajó en el Palacio de Buckingham durante tres años, entre 1994 y 19997. Se encargaba de organizar los eventos que se realizaban dentro de la residencia. Bajo su supervisión, el cubierto de cada uno de los invitados debía utilizar un espacio de 45 centímetros de lado a lado y bajo su supervisión no podían faltar las seis copas por puesto, por ejemplo.
"Estoy triste con la noticia de la muerte de la reina Isabel. Es como si una parte de mi vida también se perdiera", dice al teléfono.
Poulter recibió durante todo el día mensajes de familiares y amigos que viven en Gran Bretaña.
"Si bien el fallecimiento de la reina era algo que podíamos esperar, debido a su edad, su pérdida nos golpea muy duro. Ella ha estado presente en toda mi vida, al igual que en la de otros compatriotas. Es como nuestra abuela o la gran mujer de nuestra nación. Representó la dignidad y el servicio en el cargo, nos mantuvo unidos, pese a las adversidades que hemos enfrentado durante décadas", dice el chef.
"La monarquía británica tiene tradiciones que se siguen manteniendo, pese a que han pasado más de cinco o seis generaciones en estos 70 años en que estuvo la Reina Isabel. Hay detalles como la distancia entre el borde de la mesa y las copas que se realizaban cuando yo trabajé y que se siguen realizando actualmente", agrega.
-¿Podría comentar un poco de esto?
-Hay una distancia reglamentaria entre cada invitado. Cada uno de los asistentes cuenta con seis copas: para el agua, el vino blanco, el vino tinto, el oporto, otra para brindar y una sexta para el postre. La distancia que debe utilizar un cubierto es de 45 centímetros de lado a lado. También existen unos bastones o maderas que se colocan y definen el lugar preciso en que hay que poner cada copa. Hay muchos aspectos de este tipo que están escritos y la tradición sigue perdurando.
-¿Cómo era la vida de la reina?
-En su vida cotidiana era de gustos simples, a diferencia de las rigurosas planificaciones que se realizaban en las "visitas de Estado". En las "visitas de Estadio", por ejemplo, se colocaban candelabros de oro en las mesas de más de 100 personas. Cada candelabro era ubicado en un lugar en específico y los encargados de protocolo debían estar con zapatos especiales para decorar cada uno de estos aspectos. En su rutina diaria ella comía berenjenas rellenas o pollo a la plancha. Le encantaba el pescado. No es muy distinto a Io que come una familia en su día a día.
La infaltable taza de té
Darren McGrady, chef de la casa real durante 15 años, entregó más detalles sobre la vida cotidiana de la reina Isabel en su libro "The royal chef at home", publicado en 2017."Isabel ll prefiere comer cuatro veces al día, pero en cantidades muy pequeñas. Prefiere platos simples, preferentemente de la cocina tradicional inglesa. Generalmente empieza el desayuno con una taza de té con galletas. Luego come avena u otro cereal. A veces opta por tostadas y mermelada", se lee.
"Cuando se alimenta sola, la reina prefiere evitar los carbohidratos. Es decir, no come papas, arroz o pasta. Puntualmente a las cinco de la tarde, la reina toma su tradicional té. Lo acompaña con mini sandwiches, galletas o pasteles. Para la cena, los platos generalmente consisten de filetes de ternera o venado, faisán o salmón, provenientes de granjas en Sandringham y Balmoral", agrega el texto.