Es lunes al mediodía y alrededor del Estadio Nacional, en el barrio Suárez Mujica, todo luce tranquilo. No hay atochamiento de vehículos, autos mal aparcados o estacionadores irregulares.
Pero la situación va a cambiar este martes cuando se realice un nuevo evento masivo en el principal coliseo deportivo del país, con la presentación de Daddy Yankee - que se suma a los cuatro shows de Coldplay la semana pasada-, la cual se repetirá el miércoles y jueves. Por su gran popularidad, la actuación de estas estrellas de la música congrega a miles de personas en el sector, generando gran cantidad de de autos estacionados en zonas no autorizadas.
Así, durante los cuatro conciertos de Coldplay se cursaron 1.032 infracciones por este motivo, según datos de la Municipalidad de Ñuñoa.
Por ello, la alcaldesa de la comuna, Emilia Ríos, hizo un llamado a los asistentes al show del puertorriqueño para que "no vengan en vehículo particular. Las zonas aledañas al Estadio Nacional no están habilitadas para estacionarse y, por favor, no caigan con estacionadores irregulares que no están autorizados".
También se anunció un gran despliegue con carabineros y personal municipal de la Dirección de Seguridad Pública con el fin de darles más seguridad a los asistentes y se llamó a ocupar la red de buses reforzada de Transantiago.
Lo que sufren los vecinos
María Ignacia Mena vive en la calle Carmen Covarrubias desde hace más de 40 años y cuenta que la presentación de la banda británica fue "lo más terrible que me ha pasado en el último tiempo"."Ni le digo la cantidad de autos que llega a estacionarse acá como si nada. Estropearon los pastos de los vecinos y a nadie le importa. Aparte, sobre todo en la primera noche, el ruido del concierto era demasiado fuerte e incluso llegaba a retumbar dentro de la casa", comenta.
Otra vecina del sector, Marcela Sanhueza, destaca que "nada les importó" a los automovilistas "con tal de llegar al concierto de Coldplay. Nuestro barrio aún es residencial y todavía se escucha el cantar de diferentes especies de aves. Acá hacemos vida de barrio y nos conocemos entre los vecinos. Mucha gente llenó las calles de autos en los lugares más insólitos, como veredas, jardines, regadores o árboles pequeños".
Añade que, como una forma de "intentar arreglar" la situación, ella arrienda estacionamientos en su hogar para evitar ese caos vehicular. "Eso nos permite saber previamente quien vendrá al barrio. Se les pregunta el nombre completo, el modelo del auto y la patente, pero no se les cobra nada al principio, si no que se le paga al dueño al llegar a la casa", dice. En su caso, ella está organizada con ocho vecinos "con unos 20 estacionamientos en total".
¿Los precios? Cobran $12.000 por todo el rato que dura el concierto, lo que además incluye espacio para bicicletas y la posibilidad de usar el baño.
Ahora, si usted busca algo más formal para dejar el automóvil en forma segura, también tiene opciones aledañas al Estadio, como el estacionamiento subterráneo del Boulevard de Plaza Ñuñoa, donde se cobran 40 pesos por minuto.
A la deriva
En los conciertos de Daddy Yankee no se podrá estacionar al interior del Estadio por remodelación. Paula Caroca (25, estudiante de arquitectura) irá al show del jueves 29 y su gran incertidumbre es cómo devolverse a su hogar en Pudahuel. "Es un poco complicado, porque no hay Metro y la micro no es una opción muy factible. Por suerte voy con unas amigas, pero no manejamos y tampoco nos pueden ir a buscar. La única opción que tenemos es un Uber, aunque salga un poco caro", dice.¿Cuál es el tema de fondo? Según explica Mauro Basaure, académico de la Universidad Andrés Bello, "Io que ocurrió con el concierto de Coldplay demuestra que la infraestructura vial, en este caso los estacionamientos, así como el transporte público, no son aptos para este tipo de eventos".
"Los asistentes quedan con un problema por el horario en que finaliza el concierto y eso genera que la gente se aproveche de los que quedan a la deriva, ya sean Uber o taxistas cobrando tarifas elevadas, los estacionadores irregulares o la misma municipalidad, porque el ente público se comporta como un privado para llenar sus arcas", puntualiza el también doctor en Filosofía de la Universidad Johann Wolfgang Goethe de Frankfurt (Alemania).
A juicio de Basaure, el llamado de la autoridad a concurrir al show en transporte público "es vacío", debido a lo que él menciona: "De noche no hay Metro". Además, el espectáculo comienza a las 21:30 horas y se prevé que tenga al menos unas dos horas de show.
"El consumidor del concierto, en este caso, queda en una situación de desamparo porque sólo tiene garantías puertas adentro (del recinto) y no puertas afuera, sumando la actual situación de inseguridad por las noches", añade el investigador.