Al momento de la entrevista, Dalila Espinoza Pulgar está recuperándose de una cefalea. La empresaria chilena, que tiene un hotel post-quirúrgico para cirugías plásticas en Cali, Colombia, cuenta que no es nada fácil tratar con pacientes recién operadas. Pero de eso, más tarde. Para resumir, el negocio de Espinoza es, además del hotel, ofrecer paquetes que incluyen desde el enlace con cirujanos plásticos, hasta la estancia -en piezas compartidas, privadas- y con pensión completa.
Cobra en dólares, y recibe gente de Puerto Rico, Estados Unidos, España. Aunque muchas veces le cuesta que las pacientes le hagan caso, y sigan los cuidados necesarios tras una cirugía: se las encuentra fumando, comiendo chatarra. Se acuerda de una paciente bariátrica que tuvo una gastroenteritis: a los dos días de operada estaba comiendo un balde de pollo frito con papas.
-Usted es como la inspectora general.
-Soy la directora del hospital psiquiátrico... Esta historia abarca más de una década, pero va en un párrafo. Espinoza partió por casualidad en el rubro de la belleza. Empezó como chófer para una clínica estética, luego; tras hacer buenas migas con un cirujano, emprendió como masajista especialista en drenajes post-liposucción, y después se capacitó como esteticista integral. Hasta que una chica le pidió el dato para operarse en Colombia -su marido es de allá- ella hizo el enlace, y tras años arrendó un hotel en Cali de cinco pisos que hoy tiene como recovery house para recién operadas.
Dice que ha tenido más de mil pacientes hospedadas. "Me volví una empresaria, ya casi no hago masajes, solamente superviso y partí de la nada".
-¿Y por qué operarse en Colombia y no en Chile?
-Aquí en las instalaciones tenemos todos los cuidados necesarios para una paciente: enfermeras 24/7, masajistas, alimentación, transporte, cámara hiperbárica. Y en Chile sólo una cirugía cuesta cinco millones, pero acá con estadía en mi hotel y todo, te sale lo mismo.
-¿Y por qué no quedarme en un hotel común para pasar el post operatorio?
-Tenemos las enfermeras que están 24/7, las cuales te ponen los medicamentos necesarios, todo eso y aparte de eso las comodidades. Está diseñado como para un post quirúrgico, y te hacemos los masajes, drenajes, no sales a ningún lado.
-¿Cuánto cuesta por noche?
-Unos 70 dólares, pero hago paquetes completos que incluyen medicamentos, fajas, todas las comidas, etcétera.
-Atiende pacientes de varias nacionalidades. ¿Cómo ve a las chilenas?
-No todas, pero la gran mayoría me he quedado aterrada porque son muy depresivas, y ansiosas. De hecho, son lo más temerosas de muchas cosas. Y las extranjeras, son más relajadas, vienen a lo que vienen, y listo.
-¿La ha descompensado a usted alguna paciente?
-Una niña que tenía un trastorno psiquiátrico, no avisó en el pre operatorio. No le gustaba nada, todo estaba malo. Fue terrible. Hasta que una vez se arrancó del hotel, hubo que salir a buscarla. Se puso atrevida conmigo, que ella hacía lo que quería con su vida, decía puras cosas así. Yo le dije, bueno, si usted quiere hacer lo que quiere con su vida, venga para acá y firme un papel, porque yo ya no puedo más con usted.
-Qué pasa si las pilla fumando, sabiendo que eso es malo para la cicatrización.
-Trato de hacerlo tranquila. En mi hotel hay una terraza grande donde pueden ir si las autorizó el médico, pero que no me contaminen más para abajo porque igual hay pacientes que no lo hacen.
-Por lo que usted me dice hay un tema en que la gente no se toma en serio las cirugías plásticas.
-No se cuidan y eso es lo peor, van comiendo cualquier cosa. Acá en los tres primeros días, no pueden comer nada de lácteos, nada que sea irritante, nada de esas cosas. Esto no es llegar, operarse, y listo. Además, si tienen malos hábitos les bajan las defensas.
-Debe ser complicado además manejar las expectativas de las pacientes.
-Sí, es complejo porque el cuerpo igual es asimétrico, entonces hay pacientes que ni siquiera saben que tienen escoliosis o que tienen la cadera un poquito más arriba o más abajo o alguna desviación en la columna.
-Me refiero a que se hacen una lipo y esperan que sea magia, pero si no se cuida, queda mal.
-Se pierde. Si no cuidas la alimentación, no haces una buena pauta, no haces ejercicios, no usas una buena faja. Cuando me dicen que quieren hacerse una lipo para bajar de peso, siempre les digo que vayan a un nutricionista o a un médico para que la ponga con medicamento, no sé.
-Dónde se operan, ¿tienen UCI?
-No, ninguna, acá en Colombia tienen sala de reanimación y los equipos necesarios en caso de primeros auxilios y la paciente se traslada. En Chile sólo en clínicas como Las Condes, Chile, pero las estéticas, sólo tienen salas de reanimación.
-Usted me dice que lo más piden es ponerse glúteos.
-Sí, quieren que sea bonito y grande. Me dicen que quieren una cola como la mía, yo les digo que en Colombia lo conseguimos.