"Filmamos muchos pumas y animales de ese tipo. Eso es mucho más fácil que filmar flores", cuenta el documentalista Christian Muñoz-Donoso, dueño de la productora Equilibrio Films, que ganó cuatro premios Emmy por Wild View, una serie sobre la vida salvaje en Nueva Inglaterra, Estados Unidos. Por estos días, él y su equipo están en Chile, grabando el Desierto Florido para un documental británico, y explica por qué inmortalizar una flor no tiene nada de sencillo: "Haces el encuadre, viene un vientecito leve y te la saca de cuadro o queda fuera de foco. Es toda una jodienda. También necesitas una luz específica. No puede ser ni muy fuerte ni muy baja", asegura.
En un tráiler que tiene energía solar y eólica, para cargar las baterías de las cámaras y del dron, Equilibrio Films recorre el desierto en busca de las mejores tomas, que suelen costar horas y horas de paciencia. "Muchas veces esperamos que se desarrollen las plantas", explica. Eso significa verlas crecer, ni más ni menos, algo que todo el que ha puesto lentejas sobre un algodón mojado sabe que lleva su tiempo.
Esta salida a terreno es de dos meses, pero el trabajo no termina al regresar a casa. La productora necesita filmar los mismos lugares pero cuando reina la sequedad. Así el documental podrá mostrar el verdadero milagro.
"Este año ha estado bueno. Las lluvias fueron tardías, en julio, por lo tanto el desierto está floreciendo más tarde. Cuando eso ocurre, las flores no alcanzan a desarrollarse completamente. El 2017 llovió antes, en mayo y junio, y ahí las flores se desarrollaron bien. Ahora hay campos de flores con tallos que tienen 10-15 centímetros de alto y el 2017 tuvieron 60", explica. Las plantas del 2022 serán más chicas, pero también soltarán semillas.
Christian Muñoz-Donoso conoce de Desiertos Floridos en Chile y tiene su preferido. "He visto muchas floraciones, desde los 80, y la del 97 fue la más espectacular. Eso fue increíble. Flores por todos lados, desde Pan de Azúcar, en Chañaral, hasta Santiago", recuerda.
En otros desiertos que también florecen la gente no se salta los caminos, asegura. "He recorrido varios países. Estuve en el Desierto Florido de Sudáfrica, haciendo lo mismo que estamos haciendo acá, y la actitud de la gente es completamente diferente. Yo viví 20 años en Estados Unidos y allá ni siquiera te puedes parar en un lugar del Desierto en Baja California que no está habilitado para ir a ver la floración", asegura.
De todos, el desierto florido chileno es el mejor, explica. "En Sudáfrica hay lluvias todos los inviernos. Acá no. Lo mismo pasa en Baja California. Ahí también cae lluvia todos los años y puedes ver el desierto florido todos los años, pero no son las extensiones de flores que hay acá. Además, las condiciones. Acá son extremas. El desierto es seco, frío, ventoso".