Dejar la llave de la puerta de entrada al conserje, debajo del limpiapiés o escondida en un macetero estratégico para que los invitados entren a la vivienda son hábitos que están quedando en el pasado. Los candados inteligentes - pequeñas cajas fuertes que permiten guardar llaves en su interior- son la nueva alternativa para entregar las llaves a un tercero, y que están muy de moda entre quienes arriendan sus propiedades por Airbnb, empresas inmobiliarias y personas que suelen tener muchas visitas cuando no están.
El candado guarda llave -o caja fuerte colgante como se le describe en algunos comercios- es un candado rectangular del tamaño de la palma de una mano que se abre con una clave numérica y que viene con un espacio hueco en su interior que permite dejar una o dos llaves. La gracia es que, por su tamaño, permite colgarlo en la chapa de la puerta o bien adherirlo en cualquier superficie.
El ingeniero Cristóbal Salazar tiene un departamento que arrienda a turistas en La Serena y se compró el candado por cerca de $25.000 en Mercado Libre. Así se simplificó la vida.
"Era un problema cada vez que llegaba un turista porque tenía que ver cómo le entregaba las llaves para que entrara. Generalmente me dicen que llegan a una hora y se atrasan. Probé con este candado y me ha servido mucho, porque les doy la clave de ingreso el día que tienen que llegar y les mando un video explicativo de cómo tienen que abrirlo, es muy sencillo. Y hasta el momento no he tenido problemas con nadie, porque sólo Io ocupo para que entren la primera vez, después usan la llave normal", señala.
Cuando los alojados se tienen que ir, les pide que cierren la puerta y dejen la llave dentro del candado.
María Dolores Díaz cuenta que en el departamento donde vive con su pareja ocupan este sistema a diario.
"Mi pololo ya lo tenía en su departamento por si llegaban de repente sus niños que vivían con la mamá y él no estaba, así podían entrar. Luego, me regaló uno a mí porque vivía en el piso 18 y si se me quedaba la llave, cero opciones de entrar por algún lado. Y cuando nos fuimos a vivir juntos también lo ocupamos por si vienen los niños o viene otra persona, les damos la clave para que entre. Además, las copias de la llave que usa la puerta es cara, entonces, evitamos hacerlas", explica.
Es una solución que sirve para emergencias, añade. Una vez a su pololo le dolía mucho la cabeza, no podía levantarse, pero como tenía puesto el candado en la puerta principal, ella pudo ingresar al departamento sin problemas.
En el rubro inmobiliario también se está usando. Carolina Alfaro, encargada de Marketing, de la plataforma de venta de viviendas usadas Buydepa.com, explica que tuvieron tantos problemas con los conserjes para entregar las llaves a posibles compradores de las propiedades que tenían a la venta o a los proveedores a cargo de hacer las remodelaciones a los espacios, que optaron por ocupar esta solución. Les dio más autonomía para el proceso de venta y la llave no anda de mano en mano.
"Es lo que mejor nos funciona para que entren nuestro brokers y corredores. Siempre ponemos la misma clave porque tenemos más de 60 candados, entonces nadie podría aprenderse todos esos números. Hay una persona encargada del stock de departamentos que cambia la clave cada cierto tiempo. Pero se la damos sólo a gente de confianza", dice.
En su caso, compraron en el extranjero ya que salían cerca de $10.000 más baratos que comprarlos en Chile.
También con huella
Fernando Marín, jefe de línea Ferretería de Sodimac, explica que desde hace un tiempo surgió una nueva gama de candados que son una alternativa más económica a una cerradura digital, que también funciona con clave, entre gente que está buscando tener más autonomía con el tema de la llave.Destaca que han surgido opciones como candados que se abren con la huella digital, cuya particularidad es que permite ingresar hasta diez usuarios, aunque no tienen el tamaño suficiente para una puerta de entrada, pero sí en muebles o estructuras un poco más pequeñas como lockers. Los de la marca Fixser parten en $19.990.
Respuestas seguras
Francisco Zamorano, doctor en ciencias médicas e Investigador del Laboratorio de Neurociencia Social y Neuromodulación del Centro de Investigación de la Complejidad Sociedad de la Universidad del Desarrollo, dice que si bien el proceso de entregar una llave para ingresar a un lugar se puede ver como algo simple, para las personas puede transformarse en un problema."Si hay demanda para este tipo de productos, quiere decir que es una solución tecnológica que se nutrió de un problema cotidiano y que las personas necesitan resolver, pero sin perder la seguridad. La persona sigue teniendo la certeza de quién va a entrar a su propiedad y de que no le va a dejar la embarrada", dice.