"No podía negarme, era demasiado buena la propuesta". Los conceptos son formulados por Joaquín Winter (24), cocinero, ex participante de la primera edición de "El discípulo del chef" (201 9), rostro de la actual temporada del programa, refiriéndose a su futuro inmediato: este jueves viajaba a Bilbao, España, lugar donde espera proyectarse laboralmente.
Winter: "Se dio esta oportunidad de ir a trabajar a Azurmendi, un restaurante top de España. Me ofrecieron un cupo en su equipo. Entre 2018 y 2019 yo había estado haciendo una práctica con ellos, quedó el contacto y pasó esto".
-¿Cómo fue el ofrecimiento?
-Esto me lo habían ofrecido en febrero de este año y todo se está cumpliendo. Ellos me están ayudando a gestionar la residencia, la visa de trabajo, todo. Se han portado un siete conmigo.
Él sigue: "Es una oportunidad inigualable, un restaurante muy top, imagínate podrían contratar a un europeo y me lo están ofreciendo a mí... aunque claro, dejar todo en Chile es complicado, pero hay que pelear por lo que uno quiere".
-¿Va solo?
-Sí, me voy solo. Es complicado igual eso. Dejar a la polola y a la familia acá es duro. Cuando uno quiere cosas nuevas en la vida, lamentablemente debes sacrificar otras. Mi sueño siempre fue poder trabajar afuera y pulirme como profesional. Eso desde que empecé a estudiar gastronomía.
-¿La polola?
-Llevo cuatro años junto a Andrea, mi pareja. Antes, cuando ya estuve en Bilbao, llevábamos como tres meses. Retomamos luego de mi viaje y ella altiro se dio cuenta de la vida que iba a tener. Los chefs se mueven mucho y ella me aceptó con todo. La idea que nos ponemos es seguir fluyendo juntos y ver si más adelante me puede acompañar.
-¿La familia?
-Yo vivo con mis papás, así que imagínate este cambio. Tengo una familia súper grande y lo ideal es que me pudieran ir a ver para allá. Voy a extrañar harto a la familia, pero son los costos. Mi proyecto es trabajar cinco años más o menos afuera, y después volver a poner mi restaurante. Ese es mi sueño, ojalá lo pueda cumplir.