La proximidad del 18 de septiembre, con su arsenal de comidas y bebidas, ya no preocupa a la bikini fitness Macarena Figueroa (27), ni siquiera porque en dos semanas viaja a Asunción como integrante del Team Chile para los juegos Odesur 2022.
"A diferencia de otros deportes, el nuestro tiene que ver mucho con la alimentación. Si el entrenador te permite hacer una comida libre, hay que tratar de que sea Io más sana posible: ensaladas, quizás carne de cortes magros, como posta rosada, lomo liso, pechuga de pollo a la parrilla, arroz... papas mayo, no", explica.
-¿Ni una empanadita, siquiera?
-A menos que uno la haga fitness, con masa de avena o harina integral. Hay chances de que uno pueda comer de todo, pero hay que hacer modificaciones.
-¿Se ha perdido este tipo de fiestas por el fisicoculturismo?
-Comparto igual, pero no como nada. Sólo lo que me corresponde, porque toda la comida es con gramaje. Me siento a la mesa con mi pote. Mi familia ya está acostumbada. De hecho, siempre me tienen ensalada abundante. He ido a discotecas con mis propias comidas. Tengo que comer a ciertas horas y, cuando he ido a un pub, al cine o cuando salgo con amigas, siempre ando con mi lonchera y mis potes. Trato de tomar limonada sin azúcar.
Figueroa se cuida porque está en tierra derecha para dos competencias continentales consecutivas la primera quincena de octubre: los Odesur, en Paraguay, entre el 1 y 3, y el Sudamericano de Fisicoculturismo y Fitness en Brasil, entre el 6 y el 9 (en este último, defiende el primer lugar conseguido en Argentina, el año pasado).
Es iquiqueña y tiene dos hermanos que nacieron con segundos de diferencia: Héctor nació antes de la medianoche del 12 de diciembre, y Macarena y Estefanía después de la medianoche, el 13 de diciembre.
Las dos hermanas son enfermeras, por lo que han tenido mucha pega en los últimos años. Primero, por el Covid y ahora, por la viruela del mono.
"Como trabajo en epidemiología en el Cesfam Aguirre, en Iquique, cada vez que llega una sospecha tengo que correr para vestirme completa: tomo las muestras", cuenta.
Después de su medalla en Lima, consiguió una beca Proddar que espera revalidar con una buena actuación en los Odesur. Pero ella y Pablo Matus, el otro representante chileno en este deporte, estuvieron a punto de quedar fuera de estos juegos, porque el COCH había decidido llevar sólo las disciplinas que van a participar en Santiago 2023. Y el fisicoculturismo no está incluido.
"Fue una pesadilla, pero ya se solucionó todo y estamos arriba del barco. Eso es lo importante. Pero me habría gustado estar en los Panamericanos, competir en mi país. Uno siempre compite afuera y está sola. Sería un sueño que mi mamá (Rossana) me fuera a ver", confiesa.