Después de conocer los resultados de los exámenes que le realizaron en la clínica Los Andes, Martín Parra se fue con reposo a su domicilio. Cerca de las 13 horas, el portero de Universidad de Chile se retiró del centro asistencial, al que llegó el miércoles por la noche luego de ser víctima de unas bombas de estruendo en el estadio Elías Figueroa de Valparaíso, cuando apenas se jugaban los primeros minutos del duelo entre la UC y U por la Copa Chile.
"Después de que se realizó los exámenes vestibulares, que salieron buenos, Martín estaba más tranquilo y fue dado de alta de la clínica. Ahora hay que ver la evolución. Él quedó con un tratamiento de corticoides y se fue con reposo deportivo y de ruido. Puede hacer bicicleta, pero nada de impacto. Así que por nada puede volver a entrenar hasta que se le practiquen nuevos exámenes", comenta José Hun, jefe del área médica del club.
Luego del impacto que sufrió en Playa Ancha, según el facultativo, el arquero de la U no escuchaba, estaba mareado e inicialmente con pérdida de conciencia. "Eso provocó que el doctor Jaime Hinzpeter lo llevara en la ambulancia a Santiago. Cuando llegó a la urgencia, afortunadamente, se descartó una lesión anatómica del tímpano. Pasó bien la noche, se le fueron los mareos y se le pasaron los síntomas vestibulares. Hoy (jueves) los exámenes demostraron que tiene un trauma acústico agudo con hipoacusia neurosensorial secundaria, más compromiso vestibular transitorio", agregó Hun.
El doctor de los azules informa que hasta los resultados de los nuevos exámenes, programados para el 6 de octubre, no se sabrá si Parra quedará con secuelas.
-¿Puede perder algo de audición?
-Eso es lo que no se sabe. Con el correr de las horas el recuperó la audición, pero puede quedar una secuela. Está más tranquilo, pero eso no quiere decir que sea una lesión leve.
Josefa Quezada, atleta, médico cirujana de la Universidad de Santiago y especialista en otorrinolaringología de la Universidad de Concepción, dice que lo bueno es que el futbolista "fue atendido oportunamente y de forma precoz. Probablemente está con un tratamiento de corticoides. Algunos pacientes presentan problemas vestibulares transitorios. La mayoría se recupera, pero necesitan altas dosis de corticoides y también existe la posibilidad de tratarse en cámaras hiperbáricas. Los deportistas tienen acceso a esta terapia, que es poco accesible. La mayoría recupera la audición aunque algunos casos persisten con tinnitus, células ciliadas que son del oído interno que perciben el sonido. Quedan aturdidas después de este trauma acústico. Algunas mueren y otras se recuperan, pero habitualmente tienen buena evolución. La audición se recupera en gran porcentaje, pero es raro que se acompañe con síntomas vestibulares, generalmente son auditivos".
La especialista sostiene que "es más frecuente de Io que uno cree. Por ejemplo cuando uno va a un concierto. La exposición a esos decibeles genera trauma acústico y uno queda con un zumbido y con perdida de audición que no dura mucho. Con la explosión de una bomba o bengala es mucho más intenso y a veces los pacientes quedan varios con síntomas.
-¿Qué tipo de exámenes se les realiza?
- Exámenes vestibulares, que puede ser un video o una prueba calórica o una audiometría tonal pura que es para verificar cuánta pérdida de audición tuvo el paciente. Luego hay que repetirlo para ver si hay una mejoría. Se tiene que hacer un seguimiento al paciente.
Ramón Readi, otorrino de la clínica Dávila, sostiene que "lo que hay que entender es que en el oído está el aparato auditivo junto al aparato del equilibrio, que es lo que menciona el parte médico, que es el aparato vestibular. Eso es lo que la gente llama el oído medio, pero la verdad es el oído interno. Ambos están localizados en el odio interno, tanto la audición como el aparato del equilibrio. Al igual que el órgano de la visión son aparatos muy sensibles. Por ejemplo, muchos que se contagiaron con coronavirus perdieron el olfato. Entonces los órganos sensoriales son muy sensibles en los daños, son muy delicados".
Readi indica que "el oír para nosotros implica que podemos percibir vibraciones, y en el fondo eso es energía que se transmite con el ambiente y eso es el sonido en el fondo. Pero vibraciones de mucha más intensidad y de mucho mayor energía son como estas bombas de estruendo. Eso genera una entrada de energía inadecuada al oído, que genera presión excesiva sobre el aparato auditivo y del equilibrio".
-Según el informe médico del club, esto podría ser leve.
-Cuando este daño es leve, yo puedo tener un daño transitorio, que incluso no se refleje en una alteración de la audición. Sin embargo, yo puedo recibir un golpe de energía de sonido tan fuerte que me puede dañar parcial o totalmente la audición. La peor tragedia que a uno le puede ocurrir es quedar sordo. Es el peor escenario. Como están ambos aparatos uno al lado del otro también se puede resentir el equilibrio. Uno puedo tener una leve alteración del equilibrio, por eso que lo definen como transitorio. En este caso, no se trataría de un daño irreversible, por lo que dice el parte. Una pequeña pérdida auditiva no es tan terrible, es muy llevadero. Estamos hablando de suposiciones. El equilibrio tiene relevancia, pero al parece es transitorio por lo tanto en una semana o dos semanas debería estar bien.