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Catalina, viuda de Erasmo Vidal

"Pensé que no iba a poder". Con dos hojas impresas tamaño carta en su mano, Catalina Lannefranque (30 años) intentaba superar la emoción a minutos de haber leído un pequeño discurso que preparó para el funeral de Erasmo Vidal, su pareja de hace ocho años y quien falleció el martes pasado por un paro cardiorrespiratorio al interior del Club Hípico.

"Ahora viene lo más difícil, espero tener las fuerzas para ser mamá y papá a la vez. Él fue el amor de mi vida", dijo Catalina, de 32 años. Ella conoció a Erasmo en el Hipodromo Chile y él se convirtió en el papá de Christopher, el hijo de ambos que hoy tiene 5 años y que también llegó a despedirlo, en la ceremonia que se realizó en el Cementerio Metropolitano.

"Mi mamá tiene un negocio y allá yo la ayudaba a atender. De repente llegó Erasmo y comenzamos a conocernos y a compartir. Nos empezamos a ver mucho más seguido y fue bonito lo que surgió entre ambos. Empezó a comprar siempre en el negocio, se hizo cliente habitual y terminamos siendo pareja por más de ocho años. La gente a veces me preguntaba por la diferencia de edad (30 años) pero nunca fue un problema. Además que cuando nació nuestro hijo Cristopher él cambió mucho, estaba preocupado por dejar las cosas malas atrás y fue súper bueno con nuestro hijo. Jugaban mucho y quería que siguiera los pasos de su hermano Arturo como futbolista", añadió Catalina, quien vivió con Erasmo hasta sus últimos días en Maipú.

"Yo viví lo bueno y lo malo con él, pero Erasmo conmigo fue un siete y creo que eso también lo notaron sus cercanos, que él ya estaba mejor. De hecho, con Arturo venían las cosas muy bien hace años y siempre preguntaba a qué hora jugaba Flamengo y mi hermano Miguel le ponía los partidos o le contaba lo que estaba pasando. Lo mismo cuando jugaba la Selección. Siempre estuvo muy orgulloso y eso también corre para el resto de sus hermanos. Ahora su partida fue algo muy inesperado y nos deja sumamente tristes, no pensábamos que podía pasar, fue una tontera lo que pasó. Antes él se perdía y podían pasar días sin que uno lo viera, pero estaba con ayuda, haciendo su tratamiento y con muchas ganas de salir adelante. Él quería cambiar y alguna vez me lo dijo gritando. ¡Yo quiero cambiar! Estoy triste porque no lo pude contactar el día que se fue, me quedé con esa espinita clavada", explicó Catalina.

-Su hermano también habló en el funeral y dijo que pasaba por un buen momento.
-Claro que sí, por eso es tan triste su partida. Mi hermano también está muy triste por todo esto porque lo ayudó mucho en el tema de los trámites. Lo inscribió en el consultorio, le renovó su carnet de identidad, le tomaba las horas al médico y también inscribió su número de teléfono en la compañía porque siempre se le perdían los aparatos. Al final yo decía siempre que tenía dos hijos. El Christopher y el Erasmo, porque al final también era como un niño.

En una ceremonia realizada en el Cementerio Metropolitano de Santiago, el progenitor de Arturo Vidal tuvo una multitudinaria despedida. Al funeral llegaron sus hijos Ámbar, Sandrino y Jean Paul y una nutrida comunidad vinculada a los dos equipos de fútbol de toda su vida: Ricardo Mejías de La Victoria y Rodelindo Román de Villa Huasco, en San Joaquín.

"Mi papá era súper bueno, jugaba paradito al medio y le pegada súper bien desde afuera. Era un crack", recordó Jean Paul Vidal, hermano de Arturo. "Estamos más tranquilos, mi papá está descansando", añadió Sandrino Vidal, hoy convertido en cantante de ritmos urbanos.

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