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Esta hélice de emergencia salvó el vuelo a Asunción

Los abolladuras que se observan en el bimotor Airbus 320 operado por Latam Airlines Paraguay, que a las 23:09 horas del miércoles aterrizó de emergencia en el Aeropuerto Silvio Pettirossi de Asunción, son la prueba palpable de lo que tuvieron que resistir la aeronave y su tripulación, para sortear la poderosa tormenta eléctrica que los envolvió junto a sus 48 pasajeros, cuando llegaban a la capital guaraní.

Según recordó Gerardo Ampuero, quien trabaja en la embajada de Chile en Paraguay y viajaba en el centro del avión, "en un momento de la tormenta, entre fuertes turbulencias que nos subían y nos bajaban, comenzamos a sentir un fuerte ruido, como si nos tiraran piedras". Lo que escuchaban los pasajeros eran los enormes granizos que caían del cielo y golpeaban el fuselaje del avión.

Tan grandes eran los proyectiles, que no solo fracturaron el parabrisas blindado que equipa la cabina de la aeronave y desprendieron el radomo o nariz del avión -sección que protege el radar principal y el meteorológico-, sino que también dejaron fuera de servicio uno de los motores, por lo que el piloto se vio obligado a completar la travesía usando el reactor restante, el que según pilotos que analizaron las fotografías, en algún momento también debió dejar de funcionar.

Así lo cree el presidente de la Federación Aérea de Chile y piloto acrobático Hernán Santibáñez, quien opina de la pequeña hélice asomada por la parte baja del fuselaje. "Se trata de la Ram Air Turbine (RAT) o Turbina de Aire de Impacto, que normalmente se encuentra oculta dentro del cuerpo del avión, pero que se despliega automática o manualmente cuando fallan todos los motores y se interrumpe el suministro eléctrico que permite controlar el avión".

Su opinión se fundamenta en lo que dicen los manuales. "Hablamos del último recurso de los pilotos, cuando no tienen electricidad y además los sistemas de respaldo alimentados por baterías, que duran media hora, también fallan". En estos casos, dijo, "la única opción recurrir a esta pequeña turbina de emergencia, la que gira impulsada por la velocidad de planeo del avión y es capaz de generar la energía necesaria para mantener operativo el panel de instrumentos, la radio y las superficies de comando de vuelo".

Eso sí, aclara que "como cada situación de emergencia es única e irrepetible, también cabe la posibilidad de que tras perder un motor, el piloto haya decidido desplegar preventivamente la RAT, por si se detenía el motor restante a causa de los granizos".

Lo mismo cree Julio Subercaseaux, piloto y ex presidente de la Federación Aérea de Chile, quien además destaca la pericia de los pilotos. "Un factor determinante en que el avión tocara tierra con seguridad fue que los pilotos sean paraguayos, ya que están más habituados a volar bajo las condiciones atmosféricas de esa zona, donde las masas de aire se calientan al cruzar el continente sudamericano y generan fuerzas ascendentes capaces de elevar las nubes cumulonimbus, responsables de estos fenómenos, hasta la altitud de los vuelos comerciales, que varía entre los nueve y los 12 mil metros".

Sobre la seguridad de volar con un solo motor, Subercaseaux es claro. "Los aviones comerciales bimotores están diseñados para volar con un solo motor por largos periodos de tiempo, por lo que no sería raro que en más de una ocasión los pasajeros hayan completado su viaje con un motor menos y gracias a la pericia del piloto, no se hayan dado cuenta".

Por su parte Latam Airlines Paraguay, confirmó a través de un comunicado que "el vuelo LA 1325 atravesó condiciones meteorológicas severas durante su trayecto de vuelo, por lo que la aeronave realizó un aterrizaje de emergencia en Asunción, procedimiento que se realizó sin inconvenientes (...) Tanto pasajeros como la tripulación se encuentran en buenas condiciones".
Esta hélice de emergencia salvó el vuelo a Asunción

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