El fin de la calvicie podría estar mucho más cerca de Io
que pensamos, luego del logro de un grupo de
investigadores japoneses de la Universidad Nacional de
Yokohama, en la segunda ciudad más poblada después de
Tokio, que tras largos meses de trabajo elaboraron el
primer folículo piloso creado en un laboratorio, informó
DW.
Las pruebas fueron realizadas con material capilar de
ratas con resultados exitosos. En tan solo un mes, el
cabello animal aumentó su tamaño en, al menos, 3
milímetros, "crecimiento acorde al ciclo normal de
producción capilar en ratones", detalló el medio de
divulgación científica "New Scientist".
El equipo, liderado por el académico japonés y doctor
especialista en medicina regenerativa e ingeniería de
tejidos, Junji Fukuda, "cultivó células embrionarias de la
piel de la rata en un tipo especial de gel, lo que permitió
reprogramar las células en folículos pilosos". El éxito de la
investigación se debe al estudio de la estructura de los
organoides del folículo piloso que logró que el equipo
pudiera mejorar el crecimiento del mismo, explicó el medio
científico con sede en Londres.
Organoide
Según el doctor Francisco Peñaloza, especialista en
dermatología de la Clínica RedSalud Santiago, un
organoide es un modelo construido por científicos que
pretende reproducir la estructura y funcionalidad de un
órgano humano. "Son microtejidos multicelulares y
tridimensionales derivados de células madre, que en este
caso, recrearon el folículo piloso".
Saco de pelos
Para clarificar más, el dermatólogo explica que un folículo
piloso es una estructura compleja que tiene forma de saco
"en donde nace y crece el cabello". "Cuando el cabello no
crece o incluso se cae, habitualmente el problema está en
los folículos pilosos. Con la edad este folículo se contrae,
generando un cabello cada vez más fino y corto, hasta el
punto de no producir pelo nuevo".
Más allá del crecimiento
La elaboración de un folículo piloso in vitro no solo ayudó
al crecimiento de un cabello de rata formado en un
laboratorio, también le permitió a los científicos evaluar "la
inhibición del crecimiento capilar con medicamentos,
como también, modelar las canas en un entorno bien
definido", detalló la revista "Science".
"Es de gran
relevancia para que a futuro podamos tener mejores
tratamientos dermatológicos para las enfermedades
capilares, ya que podemos conocer detalles del
funcionamiento y, además, reproducir tanto enfermedades
como tratamientos que afectan el crecimiento del cabello",
aseguró el doctor Peñaloza.
Importancia
"Este descubrimiento no va a curar la pérdida de cabello,
pero sienta las bases para que alguien lo haga
potencialmente", dijo a "New Scientist" la académica y
científica de la Universidad Queen Mary de Londres,
Kairbaan Hodivala-Dilke, además de mejorar las
intervenciones actuales para tratar la calvicie y la pérdida
de pelo que consiste en "mover el cabello de una parte del
cuerpo a un área que está adelgazando o que ya es calva,
lo que puede traer cicatrices", registró el medio inglés. En
la misma línea, el doctor Francisco Peñaloza también
asegura que "aún no podríamos hablar de que este
hallazgo científico sea la solución definitiva a la calvicie",
aunque sí permite comprender y tratar mejor los trastornos
del cabello y la piel, siendo "una buena noticia en el mundo
de la dermatología y la ciencia".