Según cifras entregadas por Tenhamm, en los últimos nueve meses el 70% de los robos afectó a vehículos estacionados en la vía pública sin ocupantes y el restante 30% fue mediante violencia e intimidación.
Si se compara con cifras más antiguas, como del período 2013-2019 donde la proporción era 80% estacionados y 20% en movimiento, se hace más notorio que hubo un alza.
¿La razón? El SEBV tiene tres teorías. Por un lado, el aumento del parque automotor -500.000 vehículos más en los últimos tres años, contabilizando un total de 6.100.000 autos a nivel nacional- y el avance de la tecnología, que permite acceder con facilidad a los escáner e inhibidores de señal que se utilizan para estos robos.
La tercera explicación tiene que ver con "la teoría de la elección racional", asegura Tenhamm.
"Las penas por cometer un delito de robo son más graves cuando existe interacción con una víctima y se agravan más cuando se trata de delincuentes reincidentes", postula.
La cadena
Según cifras de Carabineros, en los últimos nueve meses 6.723 personas han sido detenidas por conducir un vehículo robado, mientras que se han recuperado 17.426 autos.A continuación, el coronel Tenhamm detalla el paso a paso de cómo actúan las bandas que se dedican a este tipo de delitos. De partida, aclara que actúan en grupos de dos a tres personas y en su mayoría son hombres adultos con antecedentes penales por robo de autos.
- "Luego de seleccionar a la víctima (por el tipo de vehículo que conduce) se hace una vigilancia discreta y se espera que el conductor descienda del auto", relata Tenhamm. En ese instante los delincuentes activan el inhibidor de señal, que interrumpe la comunicación entre el auto y el comando de la llave que se acciona a distancia.
- Al bajarse, el conductor activa el cierre centralizado y la alarma. "Sin comprobar físicamente que las puertas quedaron bloqueadas, se aleja del automóvil que quedó abierto", puntualiza el coronel.
Sebastián González, docente de ingeniería en mecánica automotriz y autotrónica de DuocUC, explica qué ocurre: "El inhibidor es un elemento que ensucia la señal y modifica la frecuencia. El mensaje que llega del control al vehículo se interrumpe y la persona no logra bloquear las puertas".
- Aprovechando que el auto quedó abierto, el maleante usa un escáner de autos. "El delincuente accede al puerto OBD- II, conectándose al computador del vehículo", retoma Tenhamm.
"El puerto OBD-II, que se ubica en la mayoría de los autos debajo de los pedales, viene desde 1996 por una normativa internacional, con un enchufe genérico para todas las marcas", explica Sebastián González.
- Desde el mismo computador, el ladrón accede al código de la llave que permite el encendido y pone en marcha el vehículo. "Es cosa de minutos", asegura el policía.
Sebastián González calcula que el procedimiento tarda unos cinco minutos.
"Al enchufar el escáner al puerto OBD-II hay que encender las luces para que el auto despierte, por decirlo de alguna forma. Entonces, puedes eliminar la antigua llave y programar la nueva llave para hacer andar el auto", desmenuza.
- Una vez con el auto en su poder, el ladrón lo entrega al dealer que lo ofrece a bandas organizadas que deciden el uso que tendrá el vehículo.
"El destino final varía. Puede ser usado para blanqueo vehicular, ejecución de otros delitos, venta por parte en desabolladurías, para divertirse y ostentar en redes sociales o para llevarlo de contrabando a países limítrofes", añade el policía.
Sistema smart key
"Si bien los vehículos vienen con un pin de seguridad, el escáner es capaz de detectar ese pin", destaca el docente Sebastián González.-¿Es más fácil robar un auto que usa el sistema smart key (que no necesitan contacto)?
-Sí, sólo necesitas apretar el botón de los hazard para tener acceso a instalar una llave nueva y hacer andar el auto. En cambio, en los vehículos que utilizan llaves convencionales, necesitas tener una llave nueva para poder hacerlo andar.