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periodista Carlos Grage (39)

Para el periodista Carlos Grage (39) este año está marcado por un suceso personal: unos atracones dulces y un bulto en su cuello lo llevaron a consultar un especialista. El diagnóstico fue un carcinoma papilar, es decir, cáncer de tiroides. El 8 de julio, el editor del área internacional de "Chilevisión Noticias" entró a pabellón para la extracción de un tumor de más de un centímetro y la extirpación de la tiroides. Este martes, a tres meses de ese suceso, recibió una buena nueva en un correo electrónico de su endocrinóloga con el resultado de sus últimos exámenes. "Hoy lo puedo decir: le hemos ganado esta batalla al cáncer", escribió él en su Twitter @carlosgrage1.

El periodista relata que este martes, cuando preparaba su comentario internacional para el noticiario central de CHV, leyó la buena nueva que le escribió la especialista que lo ha tratado por su cáncer. "Mi endocrinóloga me mandó a hacer exámenes para ver los anticuerpos de la tiroides, y estos revelaron índices normales para una persona sin cáncer. Mi cuerpo está sin células cancerígenas. Ya no hay riesgo mayor", detalla.

-¿Qué le pasó en el momento que leyó esto?
-Yo soy llorón. Estaba sentado en mi puesto en la oficina y me emocioné. Mis compañeros me preguntaron qué pasaba, si era algo malo. Les conté la noticia que recibí e hicimos un abrazo grupal, ellos han sido súper apañadores. Fue bien emotivo. Después de las noticias llegué a mi casa, abracé a mi mujer (Javiera Lastra) y le dije que este capítulo por ahora está cerrado. Ella me ha estado apañando en todo momento, me llevó a controlarme desde un inicio y me sostuvo en momentos de flaqueza. A mí esto me golpeó, tengo dos hijos (de 9 y 15 años) y quiero poder abrazarlos y estar con ellos siempre. Anoche llamé a mi hija mayor, Renata, y le conté con mucha calma que hay papá para rato.

Antes de este momento, el primer respiro de alivio le había llegado en agosto, cuando la biopsia de su cirugía un mes antes "salió con buenos resultados, sin antecedentes de riesgo de expansión de tumores".

-¿Ahora pudo soltar el susto que le provocó la enfermedad?
-Sí, estoy más despojado de eso. Ahora respiro aliviado. Fue un golpe cuando me dijeron que sacaron toda la tiroides y que tenía varios tumores. Y ayer pude saber que esto está superado en parte, pero esto me cambió la forma de vivir, ser consciente de cuidarme y estar alerta a las señales que da el cuerpo porque uno siempre piensa que a uno nunca le va a pasar nada. Hoy (miércoles) varios me han saludado. Paz Díaz, quien es uno de mis soportes anímicos y es la productora general de (prensa) en el canal me vino a abrazar. Siento mucho cariño.

-Le han dicho que es un guerrero.
-Esto de ganar una batalla suena un poco épico, y quiero ser cuidadoso. Me han dicho que soy un guerrero por superarlo, pero la gente que no lo supera no significa que no lo sea. Cada lucha es personal y particular. Yo soy un afortunado porque tuve el tratamiento y cirugía en una clínica privada, y a tiempo, que es algo que tienen muy pocos chilenos. Me ha escrito mucha gente que me cuenta estuvo en la misma que yo pero sigue en lista de espera (para tratarse) en salud pública.

-¿Cómo sigue su vida ahora?
-Me tengo que controlar periódicamente como cualquier persona que pasa esta enfermedad. Debo tomarme una pastilla de por vida, todos los días, que es el eutirox (hormona sintética de la tiroides) y a esta altura eso es el mal menor. Tras la cirugía estuve dos semanas sin hablar, y recuperé el tono de mi voz de manera normal. A mí me gusta cantar, lo hago hace muchos años y tengo una banda, que vamos a tocar para mi cumpleaños a inicios de noviembre, y eso me está costando. Ya no se me cansa la voz, pero no llego a los mismos tonos, pero mi endocrinóloga me dijo que con práctica se logra.

Rodrigo Hernández, cirujano de cabeza y cuello de Clínica Santa María, expone: "Son frecuentes los nódulos en el cuello; y los cánceres de tiroides se siguen por 10 años. A los seis meses viene el primer control de imágenes que es una ecografía, y los exámenes de sangre se pueden hacer desde el tercer mes (tras la operación). Es un cáncer con un pronóstico muy bueno, lo más probable es que no aparezca de nuevo en el caso de un hombre menor de 50 años y con un tumor menor a dos centímetros, pero eso no significa quedar libre de la enfermedad en un 100 por ciento. Esto es un mal crónico que se debe seguir revisando por años y controlar que su metabolismo se mantenga adecuado tomando la hormona tiroidea. Porque ese es el problema del cáncer: que vuelve. Entonces si vuelve a aparecer un tumor, uno quiere detectarlo precozmente para tratarlo".

-¿Cómo es la vida de las personas que superan este cáncer?
-En general, tienen una vida con normalidad. Tienen un buen pronóstico de calidad de vida.

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