La siguiente historia involucra a un padre francés, su hija, un show circense y una convivencia laboral inédita. El progenitor es Yann Yvin (57), popular cocinero de TV, con participaciones en "MasterChef" y "El discípulo del chef". La retoña resulta ser Valentine Yvin (25), trapecista de profesión, quien llegó a Chile desde Canadá. ¿El espectáculo? El Circo Isalsana 2022, que desde este miércoles realizará 71 funciones en el país. Ahí, entre las más de 50 personas del elenco, están Yann y Valentine.
"La idea del show es bien teatral, yo interpreto al personaje principal, un chef que les enseña a los niños a comer saludable, nunca había actuado, es difícil", sostiene él, dueño del restaurante Brasserie. "Lo mejor de este trabajo es que comparto escena con Valentine, quien hace un show de trapecio, entre otras cosas", sigue.
-¿Trabajar con la hija, Yann?
-Compartir esto con mi hija es para mí un sueño, muy bonito. Quizás nunca más tengamos la oportunidad de hacerlo. Imagínate, hace semanas estamos preparando el show y estaremos de gira 2 meses, por 18 ciudades. Y todo, juntos.
-¿Cómo ha sido trabajar con su padre, Valentine?
-Creo que a veces, al trabajar con la familia, uno puede generar la tendencia de juzgar más al otro, de decir por ejemplo, "deberías haberlo hecho así o de esta otra forma" Nos tratamos de ayudar y si nos tenemos que criticar, lo hacemos.
"Es un tanto difícil eso, porque ahí nos damos cuenta que somos críticos entre sí, si no me sale algo, ella me lo dice de inmediato", retoma Yann. "Yo también le digo si creo que le falta algo en algún movimiento. Pienso que hay una mirada más profesional durante el trabajo. Podemos decirnos las cosas a la cara. Quizás a veces me dice cosas como déjame tranquila, yo sé lo que tengo que hacer".
-¿Es cierto eso, Valentine?
-A veces me pasa un poco eso. Le digo "déjame hacer las cosas a mi manera, tú no haces trapecio, déjame mi espacio".
Yann reflexiona: "Como padre siempre uno ve a los hijos como niños chicos. Entonces, tengo dificultad de dejarla un poco sola, siempre estoy un pelín detrás de ella. Seguramente ella quiere más aire, pero uno se preocupa. Para bien o para mal, los padres tendemos a hacer eso".