"Estoy con mi ratoncita", publicó este domingo en una storie de Instagram (@vale_ortega), Valeria Ortega, mostrando cómo apoyada en uno de sus brazos está Sienna, su segunda hija y quien inesperadamente nació el viernes pasado. El proceso de su parto le hizo pasar susto al chofer del Uber que la llevó a la clínica.
"Fue así como en las películas. Sienna nació con 38 semanas, se adelantó exactamente dos. Tenía fecha estimada para el 18 de noviembre", parte relatando la periodista. "El jueves había visto a mi matrona y Sienna todawa no estaba encajada, pero me dio unos ejercicios y que comiera piña y ambas sentíamos que aún nos quedaba un rato. Mi mamá se vino de Los Ángeles, llegó hace una semana, me dijo por si se adelantaba pero yo este viernes pensaba en salir a vitrinear con ella algunas cosas, jajajá. Menos mal está acá porque ha sido súper necesaria. Oliver se había ido a la sala cuna y estaba en mi departamento esa mañana y de repente solté como si fuera un jarrón de agua: se me había roto la fuente".
-¿Qué hizo allí?
-Llamé a mi matrona y me dijo que estuviera tranquila, que me fuera con calma a la clínica. Hace días teníamos los bolsos y todo armado para cuando llegara el momento.
Ahí fue cuando Valeria junto a Jonathan Lawn, el inglés contador quien es su prometido y con quien fueron padres de Oliver a inicios de 2021, utilizaron Uber para irse al recinto médico. "íbamos rumbo a la clínica y me empezaron a llegar unas contracciones medias antipáticas", recuerda Ortega. La situación obviamente fue percibida por el chofer pues "el pobre conductor me miraba por el espejo retrovisor con cara de voy a tener que asistir un parto . Le dije no se preocupe, no voy a dar a luz aquí , jajajá".
"Llegué a la clínica, me revisaron y me dijeron que esto podía avanzar muy rápido. Me pusieron la (inyección) epidural, y más anestesia, porque me empezaron a dar contracciones pesadas, se volvieron horrorosas, me puse a gritar. Ahí se volvió más como en las películas. En el parto anterior no me pasó tanto lo del dolor, pero ahora gritaba. Se demoró en hacerme efecto la anestesia, pero me seguía doliendo mucho. Ya eran como las 15:45 horas y me dicen que Sienna ya quería salir. Prepararon todo, fue un par de pujes y salió ella muy perfecta, muy estupenda y muy amorosa. Fueron unas cinco horas desde que llegué a la clínica hasta que Sienna salió como una guerrera feliz. Todo súper bien", sigue.
-¿Cómo están ustedes?
-Yo estoy bien, mi recuperación ha sido bien rápida. Ahora tratando que esta mona se enchufe con la lactancia. Ella es tan rica, tiene un olor exquisito. Estamos conociéndonos, esto es un proceso que no es fácil. Si todo sale bien nos dan de alta mañana (lunes).
Ortega y su pareja decidieron esperar hasta su regreso a casa junto a Sienna para el primer encuentro con Oliver. "Ha sido una experiencia muy distinta porque puedo recibir visitas, a Oli lo tuve en plena pandemia y debíamos estar los tres (con el padre) todos encerrados en la clínica. Pero ahora Jon no se ha podido quedar porque tiene que ir a estar con Oli. Hoy (domingo) ha estado mi mamá acá y después ella se va a cuidarlo y Jon se viene. Oli no ha venido a verme, preferimos que fuera así porque aún es muy chiquitito, tiene 1 año y 10 meses, entonces si venía quizás no entendía que yo no me podía ir con él. Sé que me ha buscado en la casa, que pregunta por mí. Él es súper mamón, así que tampoco he querido hablar con él por videollamada, para que no me vea lejos por lo mismo. Estoy nerviosa por mañana, espero que mis hijos se amen, se acepten, se busquen", cierra ella.