Alexa Guarachi aterrizó en Santiago este viernes por la mañana para preparar su participación en el torneo WTA 125 de Colina, que se disputará entre el 7 y 13 de noviembre en la Hacienda Chicureo. La tenista chilena- estadounidense de 31 años participará en las modalidades singles y dobles y pisará Chile por primera vez desde febrero de 2020.
"La última vez que vine fue para la Fed Cup, antes de que partiera la pandemia. Es una locura, pareciera que no fue hace tanto. Estoy muy emocionada. Este torneo es genial para difundir el tenis femenino en el país. Y para mí significa mucho poder jugar frente a los fanáticos chilenos, que siempre siguen mis partidos y me apoyan en todo el mundo", cuenta la deportista nacida en Florida, Estados Unidos.
-¿Recuerda la primera vez que jugó en Chile, Alexa?
-Jugué varias veces acá y estoy feliz porque eso encendió la transición para obtener la doble ciudadanía y representar a Chile. Jugué el Challenger de Providencia varias veces, pero el primero fue cuando tenía 14 años y recibí una Wild Card para jugar el WTA que hacían en Viña del Mar. También estuve en varios torneos junior entre 2004 y 2006.
-¿Piensa recorrer Chile con su esposo Vincent después del torneo?
-No, porque mi esposo se quedó en Estados Unidos cuidando a nuestro perro Bee. Vine solo con mi papá Fernando.
El ex tenista Fernando Guarachi, chileno radicado hace décadas en Florida, fue el mentor de Alexa en sus inicios, en su rol de entrenador y acompañándola a los torneos. "Es genial tener a mi papá al lado, siempre está ayudándome de una u otra manera. Me siento afortunada de poder pasar este tiempo de calidad juntos. Antes viajaba harto conmigo cuando era junior, pero cuando me volví profesional no pudo hacerlo tanto por su trabajo", recuerda Alexa.
-¿Cómo es su relación con su papá? ¿Es papona?
-Cuando chica éramos muy cercanos. Viajaba conmigo y yo siempre intentaba complacerlo porque era mi entrenador. Después, en mi adolescencia, tuvimos unos años en los que pensaba que era demasiado duro conmigo. Pero con el tiempo me di cuenta de que fue bueno porque me convirtió en la persona y tenista que soy actualmente. Me enseñó disciplina y trabajo duro. Definitivamente soy papona porque tenemos este vínculo gracias al tenis.
-¿Recuerda alguna anécdota de esos viajes?
-Siempre eran viajes largos a South Florida o a Miami, de entre ocho y diez horas de auto. Me iba contando historias, nos reíamos y compartíamos. Era duro, como te decía, pero ahora estamos más unidos que nunca. En Chile la gente es muy cercana a su familia y para mí también es algo importante.
Alexa cuenta que tiene pensado viajar a Chile nuevamente el próximo año con su esposo Vincent para recorrer el sur, pero que en esta oportunidad solo podrá visitar a sus tíos y primos en Santiago. "He escuchado que el sur es precioso. Por suerte he podido conocer algunas viñas con mi primo y probar los vinos. También me encanta la playa. Mi familia tiene una casa en Concón y me fascina pasar tiempo allí", cuenta.
-¿Qué evaluación hace de su año 2022?
-Tal vez no fue tan "exitoso" como 2021, pero ha sido una experiencia increíble, como todos los años en el tour, que me han ayudado a ser mejor jugadora. Quizás no tuve tantos éxitos, pero crecí: soy más fuerte, estoy en mejor forma y estoy jugando el mejor tenis de mi carrera. Mi meta sigue siendo ganar un Grand Slam y espero conseguirlo este 2023.
-¿Y en el plano personal?
-Estoy más feliz que nunca. Mucha gente dice que el matrimonio no es fácil, sobre todo con mis viajes y la distancia, pero estoy feliz de tener a Vince y a nuestro perrito Bee, una buena familia. Él me apoya en todo. Tengo suerte, estoy muy plena en esta etapa de la vida y carrera.