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Andreas Pierotic

Hablar mandarín para un occidental es difícil, pero posible; escribirlo es una rareza. Los chinos residentes en Chile envían a sus hijos desde niños a estudiar a China justamente para que logren hablarlo y escribirlo. Andreas Pierotic es un chileno que puede hablar y escribir mandarín, justamente porque estudió su escolaridad básica en China, mientras su padre ocupaba diferentes cargos en la embajada de Chile en Shangai. En total, Pierotic ha vivido más de 14 años en China.

Abogado de la Universidad de Chile, con un MBA en la China Europe International Business School de Shanghai, Andreas Pierotic fue agregado comercial en ese país asiático en los gobiernos de Sebastián Piñera y Michelle Bachelet. Cuando asumió esta administración sonó fuerte como posible embajador en China, pero, finalmente, no se concretó y ahora trabaja en un proyecto de transferencia tecnológica de empresas chinas a Chile.

Pierotic explica en esta entrevista la importancia de las palabras del Presidente Gabriel Boric cuando llegó a Bangkok, Tailandia, para participar del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC), detalla efectos de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, habla de las oportunidades y desafíos que tienen las relaciones Chile-China en lo que Pierotic considera van a ser los mejores años de ese país asiático.

-Esta es la primera gira del Presidente Boric a Asia. ¿Cómo partió?
-El Presidente Boric dijo algo muy importante al llegar a Tailandia, dijo que iba a promover la integración comercial con esa región, pero también la integración cultural.

-¿Qué implica eso?
-Que el dinamismo económico de la región tiene una base cultural importante de conocer. Asía Pacífico representa hoy cerca del 37% del PIB mundial. El año 2000, representaba 22%. Es la zona económicamente más dinámica del mundo, pero no debe ser vista solo como un referente comercial.

-¿Es fácil tener un acercamiento más allá de lo comercial con una zona con la que hemos tenido pocos vínculos en el pasado?
-Eso puede ser una ventaja. Nosotros no hemos estado en la historia de Asía Pacífico y ellos tampoco en nuestra historia. Entre nosotros no hay ninguna querella, no nos debemos nada. La relación que estamos construyendo puede ser muy positiva.

-¿Más que entre China y otras regiones?
-Entre el mundo asiático y el mundo europeo u occidental hay mucha historia de tensiones.

-¿Qué oportunidad implica esa ausencia de tensiones?
-Oportunidad de tener una aproximación cándida, de colaboración, en que aprendamos algo de ellos, en que no todo sea una cuestión económica, sino también cultural.

-Usted vivió 14 años en Asia. ¿Cómo explicaría esa cultura?
-Habiendo vivido tantos años en Asia uno puede observar que hay una enseñanza de carácter político, cultural que podríamos aprovechar.

-¿Enseñanza política?
-Es evidente que algo hizo bien Asia al lograr los actuales niveles de desarrollo económico. Desde el año 2000 hasta ahora, Asia ha sacado mil millones de personas de la pobreza. El año 1965, el 67% de Asia era pobre, ahora está bajo el 15%. En América Latina hemos subido al 30% la pobreza.

-¿Será el autoritarismo lo que permitió esto?
-Hay gobiernos autoritarios y democráticos en Asia.

-¿Cuál sería la enseñanza?
-El orden en la política. Sea democrático o autoritario el régimen, en estos países siempre encontramos mucho orden en el tema político. Tal vez, es justamente esa ausencia de orden Io que explica la situación de los últimos 200 años de América Latina.

EE.UU. versus China

-El Presidente Boric mencionó las presiones que reciben los países por la guerra comercial. ¿En qué está el conflicto comercial entre China y Estados Unidos?
-No tiene ningún sentido que la guerra comercial entre estos países se perpetúe. Estados Unidos ha usado el aumento de aranceles como el mecanismo para contener a China, pero con muy malos resultados.

-¿Por qué?
-Porque ha sido poco efectivo. El aumento de los aranceles ha hecho aumentar la inflación, que quiebren algunas fábricas estadounidenses por falta de insumos o su encarecimiento. Esta política de aranceles altos a los productos chinos no tiene sentido.

-¿Por qué lo implementa, entonces?
-Estados Unidos parece no tener claro el sentido de la guerra económica. El expresidente Donald Trump dijo que había que evitar que China fuera la economía número 1 del mundo, eso no lo van a evitar con aranceles. China va a ser la primera economía del mundo en algún momento.

-¿Cómo?
-China es socio comercial de más de 180 países. Es imposible contener esta economía porque ha hecho un trabajo muy metódico de integración comercial y es el país más integrado comercialmente del mundo.

-¿Estados Unidos tiene las de perder?
-Creo que Estados Unidos y Europa no han definido su objetivo. Si quieren que China se transforme en una democracia, eso no va a ocurrir.

-¿Por qué no?
-China hoy es el 18% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial, eso es un signo de mucho orgullo para China. Un estudio del Harvard School of Goverment, realizado entre 2004 y 2016. Los datos arrojaron que en 2004 el Partido Comunista Chino (PCCh) tenía un 86% de aprobación; en 2016 ese mismo estudio señaló un nivel de aprobación del 92%. En China se respira mucho optimismo en las calles y entre los jóvenes.

Pandemia

-¿Pero la lentitud que se ve actualmente en la economía postpandemia no es una muestra de debilidad?
-Los chinos están embarcados en lograr que su economía sea de mejor calidad, están pasando a ser más cualitativa que cuantitativa. Soy una persona optimista respecto a China.

-Hay gente que no es optimista.
-Es efectivo y obvio que en los próximos 30 años vamos a ver problemas de densidad y de tasas de nacimiento en China, pero serán problemas aislados. Los próximos 20 años van a ser los mejores de China.

-Pero la política Covid cero afectó su tasa de crecimiento.
-La política Covid cero la explicaron como un altruismo.

-¿Cómo es eso?
-La política de Covid cero era para poder mantener las fábricas abiertas, que sus trabajadores no enfermaran y así continuar la cadena de suministro. La idea era mantenerse sanos para poder seguir abasteciendo al mundo. Ese discurso no ha salido mucho en occidente, pero así lo han presentado ellos.

-Pero occidente, por su lado, ha postulado después del Covid que quedó demostrado que no hay que ser dependiente del suministro chino.
-Hay una importante integración de China al sudeste asiático con inversiones destinadas justamente a evitar esos problemas de abastecimiento y generar cadenas de valor.

-¿Y cómo ve usted la situación de China?

-China los próximos 20 años tendrá la mayor cantidad de población educada en su historia. Nunca habían tenido tantos ingenieros, científicos, médicos, profesores.

-¿Y cuál ha sido el efecto de eso?
-Que China lleva dos años de líder mundial en cantidad de patentes registradas en la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), con más patentes que Estados Unidos y la Unión Europea. China también es líder en citas de documentos científicos. Todo esto demuestra la gran importancia que tiene la ciencia para su desarrollo. Vienen años en que China y Asia cosecharán los logros obtenido recientemente.

-¿Cómo debería de aprovechar Chile este momento chino?
-Chile podría preguntarse cómo un país como China, que hace 40 años parecía estar en la Edad Media, con una sociedad agrícola, pasó a ser un país líder en materia científica y tecnológica. Tenemos que aprender de China.

-¿Qué podríamos aprender?
-Exportamos mucho a China, la relación comercial es muy importante, pero tenemos que ir más allá. No tenemos historias de conflictos o querellas, podemos tener una relación positiva y ajena al conflicto que ha tenido China con Europa y los Estados Unidos.

-¿Qué podemos obtener de China?
-Es una oportunidad enorme para la complementariedad que tiene la economía chilena con la china para la transferencia tecnológica. La marca de autos eléctrico china, Wuling vende 40 mil autos eléctricos mensualmente en China. Nosotros tenemos el litio y el cobre, ¿Cómo no vamos a poder desarrollar algo en conjunto para la industria de la electro movilidad?.

-¿La transferencia tecnológica podría ser la clave para Chile?
-Por supuesto. Chile y occidente comparten valores, como la promoción de la democracia, los Derechos Humanos. Con Asia y China tenemos valores distintos, pero compartimos intereses. Tenemos que buscar puntos de encuentros. Nosotros tenemos materias primas, China tiene el mercado y la tecnología. Necesitamos trabajar en conjunto por lograr la transferencia tecnológica.

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