-->

Escribe y presiona enter

On
Diputada Camila Flores (RN)

El martes pasado, recién la diputada Camila Flores (RN) pudo volver a su casa junto a su marido, el core por Valparaíso, Percy Marin, y a su pequeña hija Camila Victoria. La parlamentaria superó una infección que la tuvo en la UCI de la Clínica Ciudad del Mar, en Viña del Mar, luego de que el 3 de noviembre pasado diera a luz a su primera hija, a través de una cesárea no programada. Todo se complicó después de aquella cirugía y en un par de horas se enfrentó a un médico que le informó que tenía una septicemia declarada.

"Siempre estuve consciente, pero hay episodios que tengo borrados. Me acuerdo que desperté y me di cuenta de que estaba en la UCI y me dicen que tenía mi intestino perforado. Los médicos me contaron lo que estaba pasando y me informaron que no podía ver a mi marido, a mi guagua tampoco. Me dijeron que tenía prohibido el ingreso de familiares. No recuerdo si pregunté algo", cuenta la abogada de 35 años que pasó sus días bajo la destellante luz artificial de una habitación hospitalaria y conectada con su familia solo a través de WhatsApp.

Un mensaje de la coordinadora sociocultural de la Presidencia, Irina Karamanos, la sorprendió gratamente. Evitó revisar Twitter, pero de todas maneras se enteró de los buenos augurios que le envió el Presidente Gabriel Boric, a través de esa red social.

Flores explica que el desafortunado episodio comenzó en la madrugada del 2 de noviembre cuando sintió las primeras contracciones fuertes de un embarazo, que aún no estaba en la semana 37, sino en la semana 36. Su parto estaba programado para el 16 de noviembre.

"Eran contracciones."

"Llegué el día miércoles de noche a la clínica. No sabíamos, pero comencé con trabajo de parto en mi casa. Eran contracciones muy seguidas, por eso partimos a la clínica los dos solitos. Pensé que, seguramente, me iban a controlar. Por suerte teníamos todo cargado en el auto, todas las cosas que necesitábamos para el día del parto las teníamos listas. Llegamos allá y desgraciadamente no tuve la dilatación suficiente, así que tuvimos que tomar la decisión de hacer la cesárea. Me lo plantearon los médicos y lo decidimos. Lo más importante era que mi guagua estuviera fuera de riesgo. Nació cinco para las dos de la mañana", relata la diputada y asegura que "fue una buena decisión, porque mi hija está sana, vigorosa y hermosa".

Luego de la cesárea Flores pasó sus días de reposo en la misma clínica. El domingo (6 de noviembre) iba a ser dada de alta, pero no se pudo.

"Era un dolor mucho más terrible"

"Ese domingo me tenía que ir a mi casa, pero amanecí muy mal. Tenía un dolor intestinal brutal. Jamás en mi vida pensé que un ser humano podía aguantar ese nivel de dolor. Así y todo le di papa igual a mi guagua. No puedo describirlo, pero era un dolor mucho más terrible e intenso que el dolor de la contracción. Resulta que tenía el intestino perforado. Lo supe después, eso sí", afirma Flores.

Ese día, desde la habitación donde la diputada se recuperaba de su cesárea mandaron a llamar al personal de salud. "Llegaron los médicos a verme y me dijeron que me tenían que operar urgente. Era tanto el dolor que perdí la lucidez, pero también yo estaba disponible a hacer Io que fuera necesario. Era eso o me moría. No sabes lo que es tener a tu guagua en brazos y pensar que te puedes morir", afirma Flores.

Segunda cirugía

Esa segunda cirugía se realizó a través de la misma incisión de la cesárea y así el equipo médico pudo enfrentar las perforaciones intestinales. Aunque según los especialistas no es común que una situación así ocurra, sí puede suceder en casos de que el paciente tenga los intestinos muy pegados a la pared abdominal por distintas razones (cirugías previas, por ejemplo).

"Después de esa segunda operación se me hizo evidente que mi vida corría peligro. Fue terrible estar ahí y no saber si iba a vivir o no para criar a mi guagua. Con ella de tres días y yo internada lo único que pedía era poder dedicarme a ser mamá. Que de un minuto a otro todo eso cambie es pasar de un sueño a una pesadilla. No lo podía creer. Jamás pensé que iba a ir por una cesárea y que me iba a pasar esto", comenta la militante de RN.

-La primera persona que entregó la información sobre su situación fue la diputada María Luisa Cordero, quien, en medio del hemiciclo de la Cámara, pidió oraciones para usted. Ella afirmó que usted fue víctima de una negligencia médica.
-La verdad es que en este momento yo quiero estar dedicada a mi hija y a mi recuperación y no entrar en detalles, porque es doloroso. No vale la pena ahondar en una situación que a estas alturas no es lo más importante.

-¿Cómo se las arregló su marido solo con una hija recién nacida?
-Mi marido ha sido mi fortaleza, mi pilar. El tenía que mantenerse fuerte, pero estaba destruido. Mucha gente pedía por él, para que pudiera estar firme. Esto no es solo un daño físico hay un tema de salud mental. Él tenía algunas ideas. Había practicado poco para mudar, pero ahora está experto en mudar y hacer papas. Tenemos la ayuda de mi mamá que es muy importante.

-¿En esta etapa de recuperación, qué puede comer?
-Solo cosas blandas y cocidas, y un cóctel nutrido (de remedios) para el dolor, que ahora está mucho más controlado.

Click para comentar