Mover cargas pesadas es siempre un desafío. Y este fue mayúsculo: trasladar en un vuelo de 6.200 kilómetros a un animal que pesa 1.660 kilos, mide 1 metro 70 de alto y casi 4 metros de largo.
Ese fue el reto logístico que debió superar el médico veterinario Alberto Duarte, gerente de Zoología del Buin Zoo, para llevar a Colombia a Pantaleón, el primer rinoceronte blanco (Ceratotherium simum ) nacido en Sudamérica. Su nuevo hogar es el Bioparque Ukamarí de la ciudad de Pereira.
"Una de las cosas más importantes para el éxito de este traslado fue entrenar a Pantaleón, quien con seis años está alcanzando su edad reproductiva, para que se acostumbrara a la jaula y entrara voluntariamente. Tomó meses de trabajo y muchos refuerzos positivos, como premios en comida o una buena cepillada de su gruesa piel", cuenta el veterinario.
"La jaula es una caja de 600 kilos de metal reforzado hecha a medida, para que el animal entre cómodo pero no pueda cambiarse de lugar, Io que podría afectar la seguridad del vuelo al cambiar los pesos de sus lugares asignados", detalla Duarte. Para ganar la confianza del animal, primero pusieron la jaula abierta a modo de pasillo entre los dos recintos donde Pantaleón residía en el Buin Zoo; sólo cuando se le hizo familiar, comenzaron paulatinamente a poner comida dentro.
"Así lo hicimos muchas veces, hasta que logramos bajar la primera reja de guillotina y varias semanas después bajamos la otra. Eso nos permitió comenzar los preparativos del viaje", recuerda Duarte.
Otra medida de seguridad fue ubicar a Pantaleón al centro de la aeronave, para asegurar la correcta estibación de la carga que viajaba con la cabina presurizada, como cualquier pasajero humano.
Una vez ambientado en Pereira, el animal tendrá la posibilidad de fundar una familia reproductiva junto a sus dos nuevas novias, las que antes pertenecieron a Pablo Escobar. Ellas explican la mudanza del chileno Pantaleón, quien lejos de casa podrá preservar su linaje.
Ignacio Idalsoaga, director del Buin Zoo, explica que "actualmente quedan unos 20.000 ejemplares de rinoceronte blanco en estado natural, los que según la actual tasa de caza deberían desaparecer en unos 30 años, para lo cual debemos estar preparados, sobre todo si queremos iniciar un plan para recuperar su población en sus ambientes naturales"