Esta noticia comienza con el llamado de una mujer a la Central de Comunicaciones de Carabineros. Según su relato, tras ser víctima de un portonazo hace unos meses, encontró un aviso en la plataforma Marketplace de Facebook ofreciendo las puertas de un auto que ella reconoció como el suyo. Cuando se contactó con el vendedor, éste le propuso que se juntaran en un taller mecánico de San Ramón.
Pero la mujer desconfió del vendedor y prefirió hacer la denuncia a Carabineros. Cuando los funcionarios de la 510 Comisaría de San Ramón llegaron este sábado al domicilio, se sorprendieron.
"El dueño de casa era un ciudadano haitiano (25 años) con sus papeles al día. Tenía un antejardín cuidado y el domicilio estaba muy ordenado. Nos invitó a pasar y a recorrer las habitaciones", relata el teniente Vicente Merino, subcomisario de San Ramón.
Las sorpresas continuaron. Merino relata que las piezas de los vehículos estaban distribuidas ordenadamente en la casa: "En un dormitorio estaban los motores. En los otros había una cantidad enorme de asientos, tableros, puertas, parachoques, culatas y volantes".
Los motores, sigue el teniente, sumaban 36. "Con una galleta, había borrado el número de motor de 26 de ellos, que estaban listos para que les grabara un número adulterado. Los diez restantes mantenían su identificación original", detalla.
Esos diez motores correspondían a vehículos con encargo por robo: dos Ford Territory, un Chevrolet Orlando, un Chevrolet Traverse, un Toyota Rav4, un Chevrolet Sail, un Wolkswagen T-Cross y un Kia Rio 4, entre otros.
En el estacionamiento de la casa, descubrieron un Mazda CX-5 rojo, robado en Colina la semana pasada. "Lo estaba desarmando por dentro. Ya le había sacado el volante y el tablero".
Interrogado por Carabineros, el hombre confesó. "Dijo que trabajaba en el rubro del desarme. Que compraba vehículos robados para luego venderlos por piezas. Lo contó muy tranquilo como si no comprendiera la gravedad de su delito", describe.
Por disposición de la Fiscalía de San Miguel, la investigación del caso quedó a cargo del Departamento de Encargo y Búsqueda de Personas y Vehículos de Carabineros (SEBV). "Este mecánico cumplía una labor muy importante dentro de una organización criminal", asegura Merino.
El ciudadano haitiano quedó en prisión preventiva, tras ser formalizado la tarde de este domingo por el delito de "receptación". Su pareja, una venezolana que llegó mientras Carabineros inspeccionaba la casa, está bajo "apercibimiento" por su presunta participación en el negocio.