En su permanente afán por reinventarse y luego de múltiples experiencias en los que ha coqueteado con el fango, Kike Acuña abrazó una actividad que se ha convertido en un hit entre varios futbolistas retirados. Aprovechando sus contactos forjados en diversos camarines a lo largo de su carrera, el ex seleccionado nacional inició hace nueve meses su camino como asesor inmobiliario y rápidamente se enfocó en un nicho con claro potencial: jugadores con liquidez económica que, conscientes de que su carrera es corta, buscan comprar propiedades para tener una inversión segura después del retiro.
"Desde mi experiencia, y con todo lo malo que me pasó, tengo claro lo que no tengo que hacer. Ahora estoy trabajando financiero, vendiendo como asesor departamentos y haciéndoles charlas a los futbolistas sobre educación financiera. Hemos ido a muchos equipos de fútbol, al SIFUP también, con la idea de asesorarlos y explicarles que, si son ordenados y eligen bien sus inversiones, puedan retirarse con 10 o 12 propiedades cada uno. Y si lo hacen antes es mucho mejor", cuenta Acuña, quien se sumó hace nueve meses a la empresa Golden Bull, que le ha sacado el jugo a ese nicho de futbolistas.
"El foco está en la creación de riqueza a través de activos inmobiliarios. Y el tema es que funcionamos como intermediarios entre varias inmobiliarias y los clientes finales, y los ayudamos a conseguir mejores condiciones de financiamiento y de compra", dice Kike entusiasmado y en tono corporativo.
-¿Cuál sería la diferencia entre un corredor de propiedad y lo que usted hace como asesor inmobiliario?
-El corredor de propiedad te da el soporte técnico de la compra, hace los papeles notariales, saca los certificados, y te cobra por todo eso. Lo que hacemos nosotros es mostrar el negocio desde la inversión, asesorando el aspecto financiero, y más enfocado en proyectos de inversión. Nosotros somos el puente entre el cliente y la inmobiliaria. De hecho, no cobramos comisión al cliente, sino que la inmobiliaria después nos paga una comisión. Así, al cliente se le enseña el valor de su inversión, y ahí decide si le conviene o no.
Junto a Acuña hay varios futbolistas metidos en este rubro como el mismísimo Pato Rubio y otros peloteros nacionales. "Los brokers inmobiliarios están viendo que este sector es rentable y en inmobiliarias como la nuestra a un aliado comercial. Están aprovechando este momento en que hay oportunidades reales de ofertas y descuentos en el mercado para invertir y ahorrar", dice José Tomás Santolaya, gerente general de Inmobiliaria Deisa, una de las empresas que interactúa comercialmente con estos emprendimientos y aprovecha su poderosa fuerza de venta.
Dentro de las propiedades que Kike Acuña comercializa como intermediario, hay un portafolio de más de 25 proyectos que van desde Iquique hasta Puerto Montt. "El futbolista en general elige para invertir el departamento de un dormitorio y un baño, o el de dos dormitorios y un baño. Aún no engancha con el estudio, pero es porque aún no conoce todo el potencial que tiene. Pero es un cliente que confía en personas como Kike porque maneja sus códigos y tiene una experiencia de vida muy valiosa", afirma Ricardo Alegría, uno de los fundadores de Golden Bull.
Acuña, dice, que en estos días hay mucho interés por propiedades de comunas menos céntricas de la capital. De hecho, según la firma dedicada a las tasaciones y entrega de servicios inmobiliarios Arenas & Cayo, existe un stock disponible de alrededor de 22.000 unidades de departamentos nuevos en el Gran Santiago, cuya mayor oferta se remite a las viviendas de un dormitorio y tipo studio, que tienen entre 20 y 40 metros cuadrados, y que tiene precios que están por debajo de las 3.000 UF.
"Lo que vendo bastante son departamentos de dos piezas y dos baños. En cuanto a ubicación, La Cisterna está muy fuerte, al igual que Independencia. La Florida ha ido aumentando su conectividad, y también tenemos propiedades por si alguien quiere vivir también. El tema es que tenemos una variedad muy grande para ofrecerles a nuestros clientes y ya les he vendido a gente como el periodista Gustavo Huerta, y muchísimos futbolistas como Paul Gatica de Coquimbo, Gonzalo Reyes de San Felipe, Juan Méndez de Puerto Montt", comenta Kike, quien ya compró una franquicia de la empresa que lo acogió para vender por su cuenta departamentos.
"Este fue un regalo del cielo. Ya no tengo ninguna deuda, además inicié un negocio de paltas y en Io amoroso estoy feliz con mi señora esposa, y además llevo cinco años y medio sobrio. Esta oportunidad me dio una nueva forma de levantarme y encontré una tranquilidad económica que no tenía hace años. Todo Io que me pasó me sirvió y como yo no pude aprovechar toda la plata que tuve para comprar muchos departamentos, quiero que mis colegas inviertan en su futuro", finaliza el ex futbolista.