Un automóvil Volkswagen Gol era el protagonista la mañana de este martes en Duoc UC sede Maipú. A su alrededor un grupo de alumnos de liceos técnico profesionales (T P) intentaban descubrir la avería del vehículo y repararla. Para eso, usaban herramientas como un escáner, voltímetros digitales y osciloscopio.
La escena formaba parte de una de las pruebas de mecánica automotriz en la 60 Olimpiada de Habilidades Técnicas Worldskills Chile, evento que reúne competencias en 21 especialidades de educación técnica, entre ellas cocina, soldadura, riego tecnificado y robótica.
"Las competencias de tecnología del automóvil consisten en seis módulos diferentes: sistema de suspensión; dirección; diagnóstico electrónico de sistemas; frenos y circuitos eléctricos automotriz. Los muchachos desarrollan habilidades de conocimiento teórico y práctico en cada uno de los módulos", explica óscar Soto, jefe experto de mecánica automotriz.
"Con esto adquieren experiencia, son capaces de mejorar sus habilidades e intercambian visiones con otros establecimientos T P", agrega.
Alejandro Weinstein, gerente de la corporación educacional Asimet y director de Worldskills Chile, cuenta que los desafíos se arman para todos los países que forman parte de Worldskills, y luego un grupo de profesores los adapta para Chile. "Son pruebas muy aplicadas, diseñadas a nivel mundial por empresas líderes en cada uno de los sectores, por lo tanto son muy atingentes", señala.
"Es una competencia desde los 15 a los 23 años, en que participan los alumnos de liceos y de institutos en una misma categoría", comenta. Los ganadores nacionales tendrán la posibilidad de viajar a las olimpiadas americanas, que se realiza en Costa Rica, y a la olimpiada mundial, destaca.
Mejora percepción
La competencia de habilidades pone el foco público en las carreras técnicas, que son de menor duración que las profesionales y tienen buena empleabilidad, como se denomina al porcentaje de sus titulados que ganan una remuneración igual o mayor al sueldo mínimo.Hay varias carreras de Institutos Profesionales (IP) y Centros de Formación Técnica (CF T) que duran menos de ocho semestres y muestran más de 60% de empleabilidad, según los datos del portal Mifuturo.cl del Mineduc (ver tabla).
"En nuestro país se está empezando a vivir una época de puesta en valor de la formación técnica", opina Manuel Farías, director de Educación Técnica y Trayectorias Formativo Laborales de Fundación Chile.
Entre los motivos de este nuevo empuje destaca la creación del marco de cualificaciones T P, que hizo Fundación Chile por encargo del Mineduc, que permite identificar los niveles de complejidad a medida que se sube desde los liceos hasta la educación superior. Además, menciona la identificación de brechas, el reconocimiento de la educación técnica como subsistema de la educación superior y la creación de los 15 CFT estatales en todo el país.
"Estos elementos de política pública generaron un diálogo bastante fluido con los sectores productivos para poder identificar dónde están los requerimientos de empleabilidad y poder orientar de mejor manera la formación de los y las estudiantes de educación media y superior", asegura.
Los postulantes también tienen una mejor percepción del área: este año 58,4% de los alumnos de primer año que ingresaron a la educación superior se matricularon en un IP o CFT, según el informe de matrícula del Mineduc.
En eso influyeron las buenas cifras de algunas especialidades. "Hay una buena cantidad de carreras vinculadas al área STEM (NR: acrónimo en inglés de ciencia, tecnología, ingeniería y matemática) que tienen alta demanda por empleabilidad y las remuneraciones también son más altas que otras carreras, como logística, automatización y control, administración de redes, informática", indica el directivo de Fundación Chile, aunque -advierte- esos rubros todavía cuentan con poca participación femenina.
Trayectorias formativas
Otro aspecto de estas carreras es que permiten ingresar al mundo laboral y luego seguir estudiando."Es fundamental construir trayectorias formativo laborales articuladas desde la educación media hasta el nivel superior, que sean de calidad y que rápidamente puedan transformarse en trabajo y bienestar", plantea Verónica Figueroa Huencho, subsecretaria de Educación Superior.
"Fortalecer la vinculación entre las instituciones educativas TP y el sector productivo, avanzar en la noción de trabajo decente y en eliminar las brechas de género, son todos desafíos alineados con este objetivo", sostiene.