"Que rehúye de ser visto" fue la descripción para la palabra con la letra "i", la última que le faltaba al viñamarino Álvaro Quezada para completar el Rosco en el capítulo de este miércoles de "Pasapalabra mundial" en Chilevisión, cuando le quedaban sólo dos segundos de su tiempo disponible para contestar. "Invisible", respondió él e inmediatamente el animador Julián Elfenbein lo proclamó como nuevo ganador del pozo de 28 millones de pesos, más otros 6.875.000 que acumuló en los capítulos que participó. En total: 34.875.00 millones de pesos. Con evidente emoción y un abrazo al comunicador, Álvaro agradeció a sus cercanos.
Quezada es el primer chileno en completar el Rosco y llevarse el pozo en esta temporada, tras los triunfos de los argentinos Brian Parkinson en abril pasado, con 38 millones de pesos, e Ivanna Hryc con 37 millones, en mayo.
"Fue cuático, porque me quedaban pocos segundos, tres palabras, y todas las dudas del mundo. Ya me había pasado en capítulos anteriores que me quedaban pocas letras y ahí la embarraba, me insegurizaba. Y con la letra i, me pasó que me he dado cuenta que uno tiende a equivocarse en las palabras más sencillas. Entonces estaba entre invisible, incógnito, indistinguible", explica Quezada, que desde 2019 ha participado en 38 episodios en total entre la actual y otras temporadas del espacio pero sin llevarse el Rosco hasta ahora.
Sigue: "Me emocioné porque es algo que no me lo esperaba. Todavía no me creo el cuento. Soy un tipo del montón no más, vengo de un colegio con número, entonces ganarles a ingenieros, abogados... es cuático. Me bloqueé cuando gané, como si me fuera a negro, no recuerdo ni qué dije".
Álvaro Quezada tiene 47 años, nació en Valparaíso, es dibujante técnico y trabaja independiente. Está casado y tiene dos hijas. Le gusta Santiago Wanderers, escuchar grupos como Iron Maiden y Megadeth, y su plato favorito es el charquicán.
-¿De dónde vienen sus conocimientos con las letras y palabras, Álvaro?
-Desde chico me leí todo, hasta las cajas de detergente que pillaba en el baño. Como no había internet, el panorama era leer o ver tele, y prefería lo primero. Leí enciclopedias, lo que viniera, hasta la Biblia me la leí tres veces. Siempre me entretengo leyendo, de hecho ahora en la mochila ando con un libro de la historia rural de Chile. La pandemia la pasé leyendo.
-Me imagino que la biblioteca de su casa debe ser grande.
-No es muy grande, porque los libros son caros, pero tiene algunas cosas interesantes. De hecho ocupé 200.000 pesos del primer retiro (de los fondos de pensiones) para comprarme libros. Soy bueno para ir a ferias de libros y donde venden libros de segunda mano.
-¿Cómo aprende palabras no tan frecuentes? En su Rosco ahora le salió "kurdo" y "helenizar".
-Kurdo, habitante de (la región) Kurdistán. Hay muchas palabras que son por lógica, pero hay otros que son términos médicos o relacionadas al lenguaje naval como partes de los barcos. Una vez en un Rosco me salió la palabra batayola (barandilla), que no tenía idea qué era.
-¿Alguna técnica para estudiar palabras para el programa?
-Ver videos en YouTube de Roscos antiguos y de los concursantes, así comencé a observar el juego y las mañas de quienes Io contestaban. Ahora en WhatsApp tenemos un grupo con otros concursantes, que ya son amigos (Mario Valenzuela, Félix Jacob, Inti Lencina, Marcela Jara y Carolina Mejía), donde nos tiramos palabras cabronas para aprender.
-¿Qué hará con el dinero del premio?
-Voy a pagar deudas, arreglar un poco la casa, y pegarnos un viaje con la familia, y ojalá se pueda guardar algo para cuando las chiquillas estudien (en la universidad). Y ayudar un poco a la familia.
-¿Es cierto que lo llevaron engañado el casting del programa en 2019?
-Jajajá. Yo ni siquiera veía el programa, pero a mi señora (Susana) le dijeron que había un casting (en el Hotel O'Higgins), y me pidió acompañarla a hacer un trámite al centro. Nos pusimos en una fila y ahí me enteré que era un casting para "Pasapalabra". Me dijeron que tenía que lograr 20 aciertos para que me llamaran de nuevo, pero hice 17, así que me olvidé no más. Pero un par de meses después me llamaron igual.