El pintor francés René Magritte es el autor de uno de los cuadros más célebres del surrealismo, que se titula "Esto no es una pipa", donde aparece lo que a todas luces es... una pipa. El dueño de un vehículo hizo acaso un ejercicio similar, aunque no por razones artísticas, sino, con toda seguridad, para evitar encerronas, diciéndoles a los delincuentes "Esto no es un Mercedes Benz".
Su auto, de color blanco, fue captado por otro conductor que se lo topó en una carretera y que lo grabó con su celular porque se dio cuenta de un detalle: se trataba de un Mercedes Benz en toda regla, pero al que le habían instalado el logo de la marca Nissan, para despistar. "Una medida antiportonazos a la chilena", comentó el hombre entre risas en el video, que se viralizó en redes sociales desde la cuenta de Negro Ramírez @MRamirezZunig.
Suena gracioso, pero en el fondo, no lo es. Las encerronas y portonazos han cambiado el comportamiento de los conductores y, en la desesperación, han tomado medidas como esta. Pero hay muchas otras.
Ocultamiento de la marca. Alberto Escobar, gerente de Movilidad y Políticas Públicas del Automóvil Club de Chile, dice que, efectivamente, ha sabido de conductores que reemplazan el logo original por otro que consideran menos solicitado por los delincuentes, pero que es mucho más frecuente la práctica de ocultar la marca. "Con una huincha tapan la estrella del Mercedes o los aros de los Audi, y no solo los logos de la carrocería, sino también ocultan las señas que aparecen en las llantas o en la tapa de las ruedas", dice.
Autos usados. Carlos Argomedo, dueño del taller de autos de alta gama Argomedo Performance, dice que cerca de la mitad de sus clientes se ha comprado un auto usado para "andar más tranquilos por la vida".
"Se compran un segundo auto", continúa Argomedo, "porque ya no se atreven a ir con su auto a ciertos lugares a cierta hora, sobre todo en la noche. Otros clientes derechamente han decidido vender su auto caro y lo reemplazan por uno de segunda mano, pero en buenas condiciones. Por lo general, por uno coreano o chino y de unos 15 0 20 años de antigüedad".
Salir en grupos. Sydney Houston, un mayor de Carabineros retirado, confiesa que es uno de los conductores que se compró un auto de segunda mano, por un asunto de tranquilidad. "Me compré un Subaru del año 90 para evitar que me quiten el Mini Countryman, que ahora solo manejo si ando en grupo", dice. "Soy amante de los Mini y pertenezco a un club de autos Mini, pero el Mini ahora solo Io saco si me junto con otros miembros del club. Si salimos 20 0 30, disminuyen las posibilidades de encerronas".
Láminas en los vidrios. Otra opción es seguir con el auto de siempre, pero agregándole sistemas que ayudan a evitar las encerronas o, en su defecto, que facilitan su recuperación en caso de robo.
Camilo Varela, dueño del taller de autos Valera Automotriz, dice que en el último tiempo "se ha disparado la instalación de los sistemas de corta corriente (que bloquea el sistema eléctrico del automóvil, deteniéndolo) y de GPS, pero lo que lejos más ha crecido, asegura, son las láminas de seguridad en los vidrios.
"Las láminas son una película transparente que se coloca en la cara interna de los vidrios que impiden que se rompan fácilmente, en caso de impacto", explica Varela. "Cuando te van a robar el auto, lo primero que hacen es romperte el vidrio, pero este sistema da tiempo para reaccionar".
Ojo con eso de alta gama. Las encerronas también han cambiado. Los autos más robados ya no son los autos deportivos ultra caros, sino los intermedios. Según datos de la Asociación de Aseguradores de Chile, entre enero y octubre de este año se han producido 13.962 robos de autos, un 67,6% más que el número de robos hasta igual fecha del año pasado, siendo los más robados el Mitsubishi L200 (961 robos), el Toyota Hilux (934), el Nissan Np300 (703), y el Nissan Qashqai (698 robos en el año). Es decir, dos Nissan entre los cuatro más robados. La misma marca con la que intenta despistar el dueño del Mercedes blanco.