"Esta es una gran historia de amor". Así resume el duque de Sussex, Harry (38), su relación con Meghan Markle (41) en la serie documental "Harry & Meghan", estrenada este jueves en Netflix.
A través de reveladoras imágenes personales inéditas, la pareja que hoy vive en California explica las razones de mostrar su vida y sobre todo cómo se conocieron en octubre de 2016.
Todo partió en redes sociales. Meghan desde hacía meses estaba soltera, grababa la serie "Suits" y se había propuesto viajar. Un día una amiga publicó un video de ellas con graciosos filtros y Harry lo vio.
"Dios mío. Era el filtro de las orejas de perro. Eso fue lo que vio en mí", cuenta ella en el documental. "Eso llamó mi atención, ¿Quién es ella?", agrega él.
Luego intercambiaron mensajes por Instagram y compartieron sus números de teléfono. Como la actriz figuraba entre las asistentes al campeonato de tenis de Wimbledon, en Londres, pactaron una cita.
El encuentro fue en un restaurante de calle Dean 76, donde ella inicialmente se llevó una mala impresión de él, pues llegó atrasado. "No lo conocía, así que pensé que esto era lo que hacía. Que era de los hombres que tenían demasiado ego y que cualquier chica se sentaría a esperar por él. Yo no lo era", relata Meghan.
Con un poco de vergüenza, Harry reconoce que estaba en un taco, desesperado por llegar a la hora. Añade que sólo se tranquilizó cuando entró al local "con la cara sudorosa" y Meghan comprendió que sólo se trató de un inconveniente.
La cita fue un éxito: hubo risas y mucha onda entre ambos. Como la actriz volvía a Estados Unidos, tomó la iniciativa e invitó a cenar al príncipe. Desde ahí, comenzaron una relación que se mantuvo a punta de mensajes de texto y Facetime por horas.
No obstante, en el primer capítulo de "Harry & Meghan", el hijo de la fallecida Lady Di no esconde el miedo que sintió por encontrar el amor.
"Mientras mi mamá estuvo con mi papá (Carlos, ahora rey de Inglaterra), fue atosigada. Pero cuando se separaron, ese tormento escaló a otro nivel. Vi, experimenté y aprendí cosas. El dolor y el sufrimiento de las mujeres que entran en esta institución", añade.
Cada vez que tenía una pareja, la historia se repetía, por lo que tenía miedo de conocer más chicas: "Cuando conocí a Meghan tenía pánico de que la prensa la ahuyentara.. Tenía que mantenerlo en secreto lo más que pudiera". Y así lo hicieron.
Luego se casaron y además renunciaron a los deberes de la corona británica. "Abrí mi corazón para ver qué iba a pasar. Mucho de lo que Meghan es, es muy similar a mi mamá: tiene la misma compasión, la misma empatía, la misma seguridad. Es una persona cálida. Acepto que hay gente en el mundo que no está de acuerdo con lo que hice y con la manera en que lo hice, pero sabía que tenía que hacer lo imposible para proteger a mi familia.
Especialmente después de lo que le pasó a mi mamá. No quería que se repitiera la historia", comenta el príncipe.
Polémica
Fernando Wilson, doctor en Historia y académico de la Universidad Adolfo Ibáñez, sostiene: "Se está tratando de crear una guerra falsa, más bien mediática, entre los dos hermanos. William ya es príncipe de Gales y su señora ya es princesa. Se trata de crear esta imagen de príncipe rebelde con Harry y con la imagen de Meghan que, de alguna manera, se trata de recoger el morbo de una pelea inexistente entre ellos dos".Asimismo, plantea que "el documental cae precisamente dentro de esta industria de los medios tratando de generar polémica ha resultado un escenario que en inesperadamente mucho más ordenado y simple de lo que se temió en algún momento tras la muerte de la reina Isabel ll".