"Usted, don Humberto, me contaba que lo perdió todo, que quedó con lo puesto (...) ¿Cómo va a celebrar Navidad mañana? ¿Qué piensa hacer?". Fue la pregunta que le hizo Mónica Pérez durante un despacho para "Teletrece central" a un vecino de Nueva Aurora que fue afectado por el incendio en Viña del Mar. El silencio y las lágrimas del hombre, y las de la misma periodista que le hace cariño, quedaron plasmados no sólo en el video, sino que en reproducciones en redes sociales que llevaron la consulta de la profesional al Consejo Nacional de Televisión (CNTV).
Según informó este lunes el CNTV la interacción televisiva de Mónica Pérez con don Humberto lleva 3.000 denuncias en contra de Canal 13 que aluden a la profesional "por trato denigrante hacia una persona que lo perdió todo" y también "por temas de ética periodística".
Ante tanta batahola que causó la situación, Mónica Pérez se explica para retratar un poco el panorama que se vivió ese 23 de diciembre. "Estuve todo el día en Nueva Aurora con Humberto, la señora Paty y otros integrantes de esa comunidad, donde todos son familia, tienen su vida y sustento ahí. Se creó una confianza, hablamos bastante durante el día y en esas conversaciones tras cámaras, antes del despacho, habíamos hablado de la Navidad. Me contó lo que planeaban hacer en el sector con las familias, que iban a pasar la Navidad juntos con los parientes".
-¿Y qué pasó cuando salió en vivo?
-Cuando le pregunté en vivo se emocionó y yo también. Humberto ahí se emociona por otra cosa personal de él. Nos emocionamos los dos; había sido un día duro para él. Saqué la cámara de encima, no quería que el estuviera expuesto y no supe reaccionar bien, lo corté como rápido y me salí para no exponer su dolor.
-¿Con qué sensación quedó Mónica?
-Estaba tranquila porque le hice una pregunta de las que ya habíamos hablado. Después, cuando salen estos cuestionamientos, me preocupé mucho por si había ofendido a esta familia de alguna manera, y más encima haber ofendido yo a Humberto. Jamás hubo intencionalidad en la pregunta, jamás haría algo así. Y hoy justamente Humberto me llamó en la mañana.
-¿Qué le dijo en ese llamado?
-Me dijo: Mónica, por favor, no le haga caso a nadie, usted nos acompañó todo el día, así que no se preocupe, usted no hizo nada y yo no me sentí mal ante su pregunta. Imagínate la generosidad de Humberto que dentro de todo lo que le está pasando se dé un tiempo para preocuparse por mí, por llamarme. Me emocioné mucho y me largué a llorar, ahí nos reímos porque me decía que estábamos empatados jajajá. Me quedé más tranquila porque pese a todo lo que digan en redes sociales, que no tengo, lo que me importaba era saber que Humberto no se haya sentido ofendido.