"Yo sabía que iban a disparar, pero no sabía cuándo. Como periodista lo has relatado tantas veces que ya tú sabes lo que va a pasar".
Lo que sería la compra de un reloj para su pololo se convirtió en minutos de terror para Ana María Silva, periodista de Canal 13 que vio cómo entre ocho y diez delincuentes vestidos con overoles blancos asaltaron violentamente en el Mall Plaza Egaña, en La Reina, a pocos pasos de la estación del Metro.
El robo —cuyo botín está avaluado en $60 millones por la Fiscalía— tuvo como protagonista a un carabinero de franco, quien repelió el asalto con un arma de fuego y logró herir a dos delincuentes.
Los hechos
El asalto ocurrió alrededor de las 15:20 horas de este domingo. De acuerdo a testigos, los delincuentes llegaron al mall a bordo de dos camionetas que estacionaron en la esquina de Avenida Ossa con calle Hannover, donde se ubica uno de los accesos al centro comercial. Luego se dividieron en dos equipos: uno estuvo a cargo de resguardar el punto de ingreso, mientras que otros entraron premunidos de armas de fuego."De repente veo que llegan dos camionetas de frente. Abrieron las puertas en plena vía, lo que no es algo normal, y empiezan a bajar personas de blanco y con pasamontañas. Entraron al mall por la vía peatonal", dice Yesenia Sánchez, una chofer de Uber Eats que presenció la llegada de los delincuentes desde calle Hannover.
Los overoles que ingresaron al centro comercial fueron rápidamente a la tienda Maconline, ubicada en el primer piso. Su carrera era vista con temor por los clientes, quienes se escondieron donde pudieron.
Una de las víctimas fue la periodista de Canal 13 Ana María Silva. Estaba pagando por un artículo de MacOnIine junto con su pololo cuando fue sorprendida por la irrupción de los delincuentes a la tienda.
"Estoy casi segura de que dijeron 'al suelo'. Nos metimos con mi pololo detrás de las cajas registradoras. Allí vi cómo iban entrando uno a uno los tipos con overoles blancos y naranjos a la bodega", rememora la periodista.
Los clientes acataron las amenazas de la banda y se lanzaron al suelo. Tras ello, los ladrones intentaron forzar una bodega que guarda los artículos de valor.
Silva recuerda que "en ese minuto tenía la cabeza de mi pololo en las manos, como tomándolo. Lo tapaba porque sentía que podían disparar en cualquier momento. Lo que atiné fue a taparlo y yo estaba debajo de él también, porque uno sabe cómo van a reaccionar personas con arma, aunque ellos dijeran no les va a pasar nada, no les va a pasar nada, tranquilos ".
Mientras algunos delincuentes forzaban la bodega, el resto de la banda asaltaba a los clientes que no alcanzaron a resguardarse detrás de la caja registradora. "Les robaron el banano, documentos, celulares... A otro le robaron un reloj", recuerda Silva.
"Salieron con una bolsa blanca muy grande de la bodega y la bolsa estaba tan pesada que la arrastraban. Iban saliendo los tipos con overoles, uno, dos, tres, la arrastraban, arrastraban y arrastraban. Y rompen, ahí escucho que rompen unos vidrios y eran las mamparas, esas que protegen los accesorios. Las revientan. Ahí yo me asusté más, porque sentí que se estaban poniendo más violentos o que iban a disparar dentro de la tienda, porque yo sabía que iban a disparar. No porque yo sea adivina, si no que yo sabía que venían los disparos, pero la pregunta era cuándo, cuándo se viene el disparo", dice la periodista.
Los balazos llegaron momentos después, con la aparición de un actor imprevisto. Mientras se perpetraba el robo, un suboficial de Carabineros que se encontraba en su día libre hacía trámites junto a su esposa en el mall. Una vez que los delincuentes huían con las especies sustraídas, el funcionario policial decidió repeler el asalto con su arma de servicio.
"Plástico quemado..."
Javiera Pizarro recuerda bien la irrupción del carabinero. Trabajadora en uno de los módulos del mall, el funcionario estaba oculto cerca de ella."Empieza a haber mucho ruido y olor a plástico quemado, que eran los casquillos. De repente salió un sujeto de civil que sale del módulo en punta y codo. Sacó un arma - porque resultó que era un sargento— y empieza a disparar desde donde yo estaba, desde dentro del módulo en dirección a las personas que entraron", cuenta Pizarro, que también grabó parte de la balacera.
Por breves segundos, los pasillos del recinto se convirtieron en tierra de fuego cruzado. Los imputados huyeron en dirección a la salida por calle Hannover, pero los disparos del carabinero no daban tregua, por lo que debieron abandonar parte del botín.
"No me dejen aquí..."
Finalmente los delincuentes se reunieron en la misma entrada desde donde ingresaron. Al menos dos de ellos llegaron malheridos por los disparos del funcionario policial. "No me dejen aquí, no quiero morirme", gritó uno de los lesionados antes de huir en la camioneta, de acuerdo al video que grabó un vecino de calle Hannover.En su huida la banda arrojó miguelitos a la calzada. Carabineros del plan cuadrante salieron en su persecución, pero de poco sirvió: la banda se escabulló en las arterias de la capital.