Durante 20 días estará trabajando, conociendo y descansando en República Dominicana. Luego, volverá por unos diez días a Santiago, y partirá nuevamente, pero esta vez a Perú. Luego va a Isla de Pascua y más tarde, a Brasil. Un periplo de viajes y salidas que se repite en la vida de la periodista Catalina Droguett todo el año.
La autora del libro "Ecología personal", creadora de la plataforma web Mujer Sustentable y conductora de TV decidió hacer un cambio profundo en su estilo de vida. Quería hacer solo las cosas que estuvieran relacionadas con la sustentabilidad y desarrollo de conciencia, buscando siempre la flexibilidad, sentir las menos ataduras posibles. Cerró su empresa de marketing y se dedicó a programar viajes que le permitieran descansar y trabajar en temas ligados al medio ambiente.
"Tomé un coach, busqué herramientas terapéuticas en términos de trabajar mi energía y empoderarme como mujer. Y recibí muchos comentarios: me decían que enloquecí; que si me iba tan bien, por qué cerraba; que me había dejado el marido o que tenía depresión. Lo único que hice y que en Chile es pecado es querer cambiar de vida", declara Droguett, quien publica sus vivencias en @catadroguettp en Instagram.
El cambio hoy le sienta bien, pero que no fue del todo fácil al inicio.
"Mi cuenta corriente pasó de 1.000 a cero en 40 días. Era una mujer súper independiente, tenía mi empresa de marketing que le iba súper bien, secretaria, chofer, una oficina en un hotel cinco estrellas, auto descapotable. Lo dejé todo y no me llamó nadie más. Me cuestioné si lo que estaba haciendo estaba bien y no estoy para nada arrepentida. Hago lo que me gusta, no es que vaya a los viajes a hacer nada, también hago contenido para mis programas", cuenta.
Lleva más de siete años con este estilo de vida y no tiene un cálculo sobre cuántos días pasa fuera de Chile cada año. Planifica sus viajes según haya una conferencia a la que quiere asistir o debe exponer; también organiza presentaciones de su libro y así aprovecha de conocer. Contesta esta entrevista desde República Dominicana, donde está con su marido, quien la acompaña siempre que puede. Hace coincidir su itinerario con las vacaciones escolares para salir también con su hija de siete años, que va al colegio. Habla del concepto workation , que se refiere a trabajar en un destino considerado de vacaciones.
"Estoy trabajando y viajando. Es un estado constante y es desafiante porque es una opción de vida. Cuando uno toma una decisión y diseñas el mapa de vida, las cosas se van acomodando. En mi cabeza no está Io del sábado y domingo no se trabaja, me da lo mismo. Si me toca hacer una nota el domingo, voy. Así como hay lunes que no tengo nada programado. Tampoco me rijo mucho por el calendario de lunes a viernes. Es cambiar el switch de un sistema que está hecho de una forma, y yo respeto a quienes les funciona", dice.
Considera que priorizar su bienestar hace que las cosas se ordenen: "Priorizo estar yo bien, comprometida conmigo. Pero no es todo happy , pasa que a veces pierdes el vuelo y no puedes regresar a tu casa o que como pasas en tantos viajes te pierdes fechas importantes, como el día de la madre. Pero empoderarme de mi tiempo fue la mejor opción que pude tomar".
-¿Y qué pasa con su casa en Chile? ¿Tiene apego por ella?
-Es mi base y centro de operaciones. Siempre regreso al nido, en 2022 estuve casi dos meses en México y ya quería volver a mi casa, estar con mi familia, mi arraigo.
-¿Cómo la maneja cuando pasa tanto tiempo fuera?
-Por eso no vivo en casa, sino en departamento. Mi casa en una parcela la tengo arrendada y me compré hace siete años un departamento con mi marido porque entrega la estructura de cerrarlo con llave y viajar tranquila. Está la conserjería por cualquier cosa. Tengo jardines, planta y un huerto que alguna vecina, o mi papá, mamá van a regar. Mis plantas son mi mayor preocupación con mi perrita, que cuando no puedo llevarla, la dejo con una amiga que la trata como una segunda hija. Y tengo full apoyo de mi marido.
-¿Su hija estudia online o va presencial?
-Va a un colegio tradicional, esta es la parte que a mí más me obliga a tener que estar en Chile porque los niños deben tener su cuota de presencialidad. Con la pandemia se validó el tema de las clases online, que me ayudó bastante. La Paloma tiene siete años y debe conocer 15 países. Uno va adaptándose, aprovecho los bloques de vacaciones que tiene para programar las vacaciones. Por ejemplo, las de julio son dos semanas y le sumamos una más para hacer un viaje más largo. Este año vamos a ir a Costa Rica. Ella así va incorporando conocimiento, cultura, conoce a otras personas. Creo que en la vida hay que salir del pequeño mundo en que uno vive, la burbuja, y conocer otras realidades y culturas.
No más taco alto
Drogett lleva un estilo de vida más acorde con el cuidado del medio ambiente, que involucra detalles como no tomar nunca más aguas o bebidas en botellas plásticas."He estado con mucha sed y así y todo me he rehusado a tomar en plástico. Ando siempre con mi botella reutilizable para todos lados. Ahora estoy en un hotel donde no hay botellas plásticas y te pasan dos botellones de vidrio que puedes rellenar en máquinas que tienen en los pasillos. Es alucinante", cuenta.
-¿Con cuántas maletas anda en sus viajes?
-Trato de viajar lo más liviano posible, con trajes de baño, short. No voy vestida de gala o elegante, a no ser que vaya a una conferencia. Pero vivo en zapatillas siempre, con zapato bajo, no uso tacos hace muchos años. No soy una persona que necesite mucha ropa, estoy bien con prendas básicas, que sirvan de día y noche. Lo que me falta siempre son las cremas que compro a emprendedores y que no están en todas partes.