La reacción de Joao Paulo de Costa dio la vuelta al
mundo tras no encontrar a sus cuatro perritos de raza
papillons en un aeropuerto de Turquía. "¿Dónde están mis
perros? ¡Muéstrenmelos! ¡Pagaré lo que sea!, iMis cuatro
perros!, ¿Dónde están? ¿Qué han hecho con ellos?", gritaba
desesperado. De Costa no sabía que alguien lo grababa.
Pasaban las horas y sus mascotas no aparecían. El video
que un usuario (@zura_zural) había subido a Tiktok crecía
en visitas. Tras la angustia del tutor de los perritos,
finalmente tuvo final feliz. Los cachorros aparecieron en
Suiza. Da costa publicó el final feliz en sus redes sociales.
"Podemos ver claramente el despropósito y el descuido
que le hicieron a mis hijos, nuestras mascotas de cuatro
patas no merecen este trato, no pueden ser tratadas como
maletas u objetos", escribió en su cuenta de Instagram. "El
propósito de este video nunca fue viralizarse (ni siquiera
me di cuenta de que me filmaron, pero se volvió viral) todo
esto solo sirvió para que todos observaran cómo suelen
tratar el traslado aéreo de nuestros perros, terminé
perdiendo contacto con ellos en el aeropuerto de mi
conexión con Turquía, gracias a Dios ya la policía nos las
arreglamos y los encontramos", explicó. "No podemos
aceptar este tipo de trato nunca. Todo salió bien, pero ¿y si
no fuera así?", agregó el dog lover.
Impotencia
Ya más tranquilo, Joao De Costa, que trabaja en una
clínica médica Santa Catarina de neurología en Brasil, y
que viaja a algunos concursos de belleza y desfiles con
sus perros alrededor del mundo, revive el momento;
cuando sus queridas mascotas no aparecieron en el
aeropuerto de Estambul al tomar la aerolínea Turkish
Airlines." Sentí una impotencia gigante. Ya no podía sentir
mi cuerpo. Tenía angustia y mucha tristeza. ¡CanceIaron el
vuelo y no me dieron información sobre los perros!", resalta.
La reacción de la familia
El primer registro, en el que un testigo graba su reacción,
muestra el momento más álgido, pero el viajero cuenta
que su actitud fue en aumento cuando asimiló lo que
podría pasar para él, no tener a sus mascotas, que para él,
son sus hijos
"Empecé a rogar cortésmente, en un
comienzo. Tenía un perro en la cabina y los otros cuatro en
bodega", explica.
Dos días después me desperté de madrugada con mi
teléfono sonando. Amigos y familiares en Brasil estaban
desesperados por haber visto el video. No se Io había
dicho a nadie. Estaba tan traumatizado que me había
olvidado del episodio", relata.
Medidas de las aerolíneas
De Costa cuenta que había pagado 1.200 euros (más de
un millón de pesos) por el transporte de los perros. "No me
compensaron, no quiero compensación. El dinero no
repara el sufrimiento". Si es que alguno de sus perritos
sufrió alguna secuela por el transporte o por el tiempo sin
su tutor, dice que, afortunadamente, no fue el caso. "Los
perros no sufrieron traumatismos, llegaron bien". Añade
que una de las medidas que tendrían que implementar las
aerolíneas, "es que los tutores en los vuelos de conexión
deberían tener la oportunidad de ver a los perros antes de
volver a abordar el próximo avión".
"Lo volvería a hacer"
Consultado por si enfrentado a una situación similar
reaccionaría de la misma forma en el futuro, De Costa es
enfático. "¡Lo haría todo de nuevo! El video fue hecho por
personas que nunca he visto en mi vida. Todos los
aeropuertos tienen policía. El problema es que si los
perros están en el avión, incluso llamando a la policía, no
sé si hay tiempo suficiente para hacer algo en ese
momento", reflexiona.
Qué hacer en ese caso
Sebastián Bozzo, abogado, experto en derecho del
consumidor y académico de la Universidad Autónoma,
comenta qué se debe hacer ante el extravío de alguna
mascota. "Según nuestra legislación, los animales se
consideran cosas corporales muebles, es decir, tiene el
mismo trato que una maleta al momento de transportarse
en un avión. Al no existir protección especial, la
indemnización por los perjuicios ocasionados considera el
daño patrimonial, es decir, el valor de la cosa. En este caso,
la legislación establece la obligación de indemnizar por
pérdida del equipaje o en este caso por la pérdida de una
mascota obliga al pago de la aerolínea al pasajero por una
suma establecida en el Código Aeronáutico de 40 UF",
explica. Sin embargo, dice Bozzo, "si el tribunal aplica el
código aeronáutico, al ser una ley especial, prima sobre la
general, que sería la ley de protección al consumidor. Por
ende, como el hecho que causó el daño es la pérdida de la
mascota, no podrá indemnizar por el daño moral. Pues el
código aeronáutico solo considera el daño material y no el
moral". El también profesor de derecho civil consigna que
no es muy común la pérdida de una mascota en estas
condiciones, "no obstante, así como se avanza en el
congreso en considerar a los animales como seres
sintientes, urge una regulación que proteja a las mascotas
en el transporte aéreo, considerando que son animales de
compañía y tienen un vínculo afectivo con sus propietarios
que justifica una consideración especial por el legislador",
opina.