-->

Escribe y presiona enter

On
Tatán Luchsinger

Sebastián Luchsinger cuenta que cuando lo llamaron, el año pasado, de TNT Sports para relatar algunos partidos de Primera B, pensó que podría ser la gran oportunidad de volver a hacer lo que más le gusta y que, casi por décadas, lo llevó a estar entre los mejores narradores de fútbol de Chile.

Después de ser despedido en 2020 de radio Bío-Bío, Tatán o el Narrador de los Sueños, como lo apodaban, partió con su esposa Catalina Ivanovic a Chillán para buscar nuevas oportunidades.

"Como chillanejo partí con la Cata para empezar una nueva aventura. Tuve la posibilidad de trabajar en una radio, pero allá los dueños de los programas deportivos son el relator y el comentarista y las opciones de trabajo no eran muchas", cuenta Luchsinger, que este viernes cumplió 60 años.

"Ya de vuelta en Santiago, gracias a una gestión de mi amigo Claudio Palma, me llamaron de TNT Sports. Me trataron súper bien. Fueron muy respetuosos conmigo y la gente me brindaba su felicidad de poder estar de vuelta relatando. Incluso fui trendic topic con mi retorno. Pero terminó la fase regular. El último partido que relaté fue Wanderers con Santa Cruz, donde hice dupla con Gonzalo Fierro", cuenta Luchsinger.

-¿Y qué pasó después?
-No me llamaron y no es una queja. Uno entiende que hay otros colegas que llevan más tiempo. Al contrario, estaba muy agradecido. Entonces comencé a dar la vuelta llamando a colegas, amigos y a todas las radios y me di cuenta que tienen sus equipos completos. No había chances. Así que comencé a buscar en otras cosas y me encontré con una labor preciosa, linda. Y no tengo vergüenza en contarlo porque después de todo es un trabajo digno y en el que he conocido gente valiosa. Trabajar como recolector de basura me ha servido para darme cuenta de que hay seres invisibles que hacen una pega vital como recoger la basura. A mí me toca hacerlo, como también lavar las calles. Me levanto a las 4 de la mañana y voy contento. Muchas personas miran con recelo este trabajo. Incluso me he encontrado con varios conocidos que han dado vuelta la cara cuando me han visto recoger la basura o lavar las calles en Santiago. No manejo un camión. Levanto la basura.

-Pero si es un trabajo, como cualquier otro.
-Claro y lo valoro mucho más. A veces uno no se da cuenta de estas cosas, pero ahora que me toca vivirlo en carne propia le doy mucho valor. También me ha servido para valorar muchas cosas y también para darme cuenta que con cosas sencillas uno es feliz.

-¿Usted en su carrera tuvo un buen pasar, Tatán?
-Súper buen pasar. Cometí algunos errores y prefiero guardármelos porque es parte del dolor que llevo en mi alma. Y nunca invertí en otra cosa, porque yo era tan confiado de lo que hacía y pensaba que esto no se acaba nunca, pero se acaba. Uno cree que esto dura siempre y no fue así.

-Verdad que cuando llegó a este nuevo trabajo su jefe le dijo que con un puro gesto se daría cuenta que estaba sensible y que sería duro.
-Me dijo que me pondría a llorar, pero fue bonito. Le tengo un gran cariño. Obvio que uno piensa cosas y recuerda todo lo que vivió. Pero no me da vergüenza en contar que soy recolector de basura. Trato de hacer bien mi pega.

-¿Le costó asumir esta nueva labor?
-Mucho, porque yo venía de otro mundo, pero después descubrí que es un mundo lindo.

-¿Cómo se ha tomado esto Catalina, su mujer?
-Hermoso, me ha apoyado en todo. Ha sido realmente espectacular. Ella es una mujer croata fuerte y que ha estado en las buenas y en las malas. Llevamos 34 años casados y tuvimos dos lindos hijos, Slavian y Znovimir.

-¿Cómo conoció a Cata, como le dice usted?
-Nos conocimos en Santiago, En un casamiento de un familiar de ella. Yo iba de paracaidista, en serio. Llegué con unos amigos. No me hice el lindo, para nada. Nos miramos y hubo una química.

-¿La voz del relator está triste?
-Es por la nostalgia de tantas cosas. Siempre fui un papá súper protector e hice bien mi trabajo. Desde que salí de la Escuela de locutores, donde tuve a un gran maestro como Hugo Miller, me dediqué al relato y llevar emoción.

-¿Le gustaría volver al relato deportivo?
-A mí me decían el Narrador de los Sueños. Ahora no hay sueños. Solo vivo el día a día. No escucho deportes ni veo los bloques deportivos porque me da mucha pena y nostalgia. Ahora mi voz sigue intacta, pero uno entiende también que hay chicos nuevos. Me pica el bichito de tomar el micrófono y relatar.

Click para comentar