Según datos de la Subsecretaría de Educación Superior, 128.719 personas se matricularon este año las universidades adscritas a la Admisión 2023, 16% más que el proceso anterior (donde se registraron poco más de 111.000).
En ese contexto, uno de los propósitos de la nueva Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES) es promover la equidad en el acceso universitario: por eso se valora el alza registrada en la proporción de postulantes que este año se matricularon en la misma región de la que egresaron del colegio.
La tabla muestra que todas las regiones registraron un crecimiento, especialmente en O'Higgins, Magallanes, Ñuble y Tarapacá.
Osvaldo Corrales, presidente del Consorcio de Universidades del Estado (Cuech), valora estas cifras: "Las universidades públicas regionales están siendo reconocidas por los propios estudiantes que habitan en esos lugares. Esto nos permite descentralizar: aún hay muchos jóvenes que deciden irse a Santiago y abandonan sus regiones de origen", enfatiza.
Este fenómeno, proyecta el también rector de la Universidad de Valparaíso , permitirá que más capital humano aporte al desarrollo local: "En todas las regiones se pueden estudiar casi todas las carreras. Las universidades públicas hemos densificado nuestra oferta: hace unos años la Universidad de Tarapacá abrió Medicina, que permitió que los estudiantes permanezcan en Arica; en Magallanes hay una oferta interesante; en O'Higgins y Aysén también se han ido consolidando como alternativas de calidad".
Cerca de casa
El rector de la Universidad de Magallanes , José Maripani, apunta a que históricamente cerca del 80% de los estudiantes de su región se quedan en la zona; este año aumentaron a 90%. "En todo el mundo los jóvenes prefieren irse a las capitales. En Chile los mejores puntajes son llamados por las Ues de Santiago, pero las regionales hemos ido mejorando en calidad, ranking y acreditación. Todo eso los estudiantes también lo ven", puntualiza.Otro factor, añade, es el bolsillo. Los pasajes para viajar desde Punta Arenas a Santiago están caros, lo mismo que los arriendos en la capital. "Y está el tema de la seguridad: Santiago cada vez es más peligroso y muchos papás tienen miedo de enviar a sus hijos fuera de su región. La calidad de vida también se valora: la gracia acá es que el estudiante se puede ir caminando a cualquier sede de Punta Arenas. En Santiago deben tomar una micro para ir de un campus a otro", sostiene Maripani.
El rector de la Universidad de Tarapacá , Emilio Rodríguez, valora que se acorte la brecha de la formación de pregrado entre Santiago y regiones. "Ya no existen esas diferencias de calidad abismales que había hace tiempo entre una región y otra. La mayoría de las universidades regionales está acreditada en investigación", destaca.
También menciona una mejora cualitativa en infraestructura, equipamiento y cuerpos académicos: "En los últimos diez años hay una consolidación muy grande; no hay universidades regionales que tengan niveles bajos de calidad".
Natalia Cortés, coordinadora unidad de apoyo al , resalta el foco aprendizaje de la Universidad Austral regional en las necesidades locales. "Y este mayor interés también creo que se debe a que más estudiantes prefieren quedarse cerca de sus familias. Muchos buscan tener una vida familiar más próxima al lugar de estudio", añade.
Un caso concreto
Pablo Gómez (18) sacó 903 puntos en la PAES, uno de los puntajes más altos de la Región de Magallanes. Era un perfecto candidato para cualquier carrera de los planteles más destacados de Santiago, pero optó por postular al Plan Común de Ingeniería en la Universidad de Magallanes."Mi familia no tiene muchos recursos. Irme a otra región nos significaba muchos gastos -transporte aéreo, arriendo- entonces era casi impensable. La universidad me dio la gratuidad total. Y también es por un tema de la calidad en la educación: más adelante me gustaría ser un aporte para la región", cuenta.