De todas las peticiones que realizó Jacqueline Stubing, abogada defensora de Felipe Rojas Lobos (28 años), la única que le concedió Raúl Díaz, juez presidente de la sala, fue que le quitasen las esposas durante las audiencias. Esto, en consideración a que el juicio debería durar 30 días hábiles con jornadas de cinco horas cada una.
La primera se realizó este lunes en el 20 Tribunal Oral en lo Penal de Santiago. Por decisión del mismo juez Díaz, la prensa sólo fue autorizada a informar sobre los alegatos de apertura y los que se hagan en la clausura del juicio. El resto de las audiencias, incluidas las declaraciones de los 58 testigos y 41 peritos convocados, no podrán ser reproducidas por ser su contenido extremadamente delicado.
En representación del Ministerio Público expuso Patricia Varas, fiscal jefe de la Fiscalía de Género y Violencia Intrafamiliar. Según relató, el 10 de febrero del 2018, alrededor de las 17:30 horas, Fernanda Maciel Correa (22), embarazada de siete meses de una niña que planeaba llamar Josefa, se reunió con Rojas, su amigo y vecino por más de diez años, en la bodega donde él trabajaba. Este inmueble estaba ubicado en la calle Llaima 1635, Conchalí, a escasos metros de las casas de ambos.
Aprovechando su notoria diferencia física ("la víctima medía 1,50 metros y era de contextura delgada, mientras que el acusado mide 1,80 metros", relató la fiscal), Rojas, según el relato, la agredió cuando ella se despidió y se disponía a regresar a su casa. Los dos habían paseado por la bodega, ya que el pretexto de él fue invitarla a conocer su lugar de trabajo.
De acuerdo con la versión de la Fiscalía, el imputado atacó y abusó sexualmente de víctima, "lo que provocó un aborto en Fernanda". Luego de estrangularla, envolvió su cuerpo y el de su guagua en telas y las enterró en el patio del inmueble. Los cubrió con cloro, cal y tierra y días después selló el lugar con una losa de cemento.
A continuación formateó el celular de Fernanda y partió a venderlo a la Feria de Zapadores, afirmó la fiscal.
Las premisas
La fiscal Patricia Varas enumeró a continuación las premisas que esperan probar durante el juicio: "El único sujeto que tenía acceso a la bodega el IO de febrero del 2018 era el imputado. El último rastro que se tiene de la víctima es saliendo hacia la bodega, desde donde no volvió a salir. Ese mismo sábado 10, el imputado ingresó al lugar a bordo de una bicicleta. El sábado 10 también, cuando Fernanda ya estaba muerta le escribió un mensaje a su celular. 'Nunca llegaste, te esperé caleta', le puso".Siguiendo con las pruebas, Varas relató que "el lunes 12 de febrero del 2018 se realizó una compra de un saco de cemento en una ferretería ubicada en Conchalí. Minutos después, el acusado fue visto por unas cámaras de seguridad en la calle Llaima portando en su bicicleta un saco de cemento. El 14 de febrero llamó a uno de los encargados de la bodega para avisarle que iba a renunciar. El día 20 llamó a su ex polola, diciéndole que si Carabineros la llamaba para preguntarle por él ella debía decir que no era violento".
El 24 de junio del 2019, 16 meses más tarde de su desaparición, fue encontrado el cuerpo de Fernanda Maciel junto a su hija en la bodega. "El acusado negó desde el día uno los hechos y obstaculizó la investigación", señaló la fiscal. El Ministerio público lo acusa de los delitos de homicidio, aborto e inhumación ilegal de dos cuerpos. Pide presidio perpetuo en su grado máximo.