Villa Marigen es un apacible barrio residencial de La Florida. Con casas sólidas y hartas áreas verdes. Sus habitantes, la mayoría adultos mayores, de un tiempo a esta parte sentían temor de salir de sus casas cuando caía la noche.
"Yo vivo hace 47 años acá. Es lamentable el punto al que llegamos. Todo esto era prevenible", dice uno de los pocos vecinos que la mañana de este domingo se asomó a su jardín para mirar lo que estaba sucediendo. El resto se quedó espiando desde las ventanas entre medio de las cortinas cerradas.
Este domingo el alcalde Rodolfo Carter llegó con 100 funcionarios municipales, carabineros y guardias de seguridad ciudadana a demoler el epicentro del temor de los vecinos. Una casa de material ligero, que comenzó siendo una mediagua a la que le fueron adosando ampliaciones, ubicada en un terreno adyacente al colegio particular Jean Paul School, fundado en 1982.
"Yo conocí a los dueños antiguos del terreno. Un día se fueron y no volvieron más. Después llegaron unos supuestos arrendatarios. Al poco tiempo esto se echó a perder. En la pandemia se puso peor", prosigue el mismo vecino.
Fiestas clandestinas
La madrugada de este sábado 4, los habitantes de Villa Marigen despertaron alrededor de las cinco de la mañana. Un hombre vociferaba al frente del Jean Paul School. Gritaba insultos contra el alcalde Carter y amenazas contra los vecinos "sapos". Antes de irse en un auto blanco lanzó unos disparos al aire. Una bala atravesó un ventanal del segundo piso del colegio."Más que nada quería amedrentar a la gente que trabaja en el colegio", cuenta otro vecino que también pide mantener su nombre en reserva.
El hombre entrega más datos de los moradores de la "narco-casa-de eventos": "Era una familia completa. Poco antes de la pandemia se fueron a vivir al sur. Quedó una hija joven. Ella empezó a traer amigas y amigos y ahí quedó la tole tole. Al principio hacían after. En las cuarentenas comenzaron a hacer fiestas clandestinas y esto se transformó en un antro".
De día, agrega, el lugar funcionaba como taller mecánico. De noche se transformaba. "Hacían las convocatorias por Instagram y se llenaba de gente. Una vez contamos 1.200 personas. Venían artistas urbanos y DJs. Narcos con sus autos caros. Era la perdición. Algunos cruzaban y tenían relaciones en la plaza. Al lado de los juegos de los niños. A veces había peleas y corrían las balas. Vendían droga", describe.
El año nuevo maldito
Año Nuevo fue celebrado en la "narco-casa" con una fiesta de dos días. "Al final hubo una balacera. Dicen que el objetivo era asesinar a la joven dueña de casa. Pero parece que hubo una equivocación y mataron a otra chica", relata el hombre.El alcalde Carter corrobora la historia: "Fue brutal lo que pasó acá. Los vecinos llamaron a Carabineros porque escucharon los gritos de la joven. Cuando llegaron, un auto huyó a alta velocidad disparando contra la policía, que lo persiguió durante cuadras".
La carrera terminó en La Granja con el prófugo abatido por Carabineros. "Dos funcionarios quedaron heridos de gravedad durante el intercambio de disparos", indica Carter.
La policía Io identificó como Marcelo Boza Montecinos (32 años). "Tenía antecedentes por tráfico de drogas, porte ilegal de armas, adulteración de documento público y estaba con arresto domiciliario en San Antonio. Que haya andado libre en la calle habla de lo mal que está funcionando el sistema penal. Como si fuera poco, minutos después del procedimiento, llegó a la comisaría un automóvil, proveniente de esta misma propiedad. En la maleta llevaba el cadáver de la joven asesinada (Lissette Mateluna Ruiz, de 21 años). Esto refleja la brutalidad y violencia con que funcionan estas caletas, que es como la policía y el Ministerio Público denomina los lugares donde los narcotraficantes guardan la droga y las armas. Y aunque suene terrible, también usan como lugares de esparcimiento", asevera el alcalde.
Carlos San Martín, director de Seguridad Ciudadana de La Florida, explica que la demolición se programó para este domingo "para no importunar a los niños del colegio".