Es un drama que no distingue edad, sexo ni religión, y que afecta a miles de parejas en el mundo. Que tiene consecuencias diarias y cuyos efectos se perciben desde el primer día y en dos dimensiones. La primera, es que ese irritante sonido que mezcla el accionar de un motor fuera de borda con el alarido de un oso pardo, es un tormento. Y la segunda, es que los problemas que afectan a la contraparte conllevan agotamiento, mal genio y cierta indignación con la fuente de los ronquidos.
Manuel de Tezanos, rostro deportivo multimedial, cuenta que roncó toda la vida y que siempre tuvo mal dormir, lo que se le tradujo en padecer apnea del sueño, también conocida como hipopneas del sueño, y que básicamente es un trastorno que consiste en la interrupción de la respiración (durante 10 segundos o más) mientras se duerme, lo que causa reducción de los niveles de oxígeno en el organismo y provoca microdespertares.
"He sufrido una mezcla de insomnio y un muy mal descanso", apunta. Aquello, por supuesto, además de perjudicarlo a él, le afecta hace algún tiempo a su esposa Camila Muñoz, quien se levanta de madrugada para alimentar a José Pedro, el hijo de ambos.
"Toda la vida Manuel roncó mucho, y cuando salía a comer o tomaba un poco, roncaba mucho más. Entonces en la noche tenía que despertarlo y pedirle que se diera vuelta y le decía Manuel, Manuel! Pero seguía, así que finalmente no era algo de su posición o postura. Así que yo dormía mal y con al tener que darle papa a José Pedro, terminaba súper cansada", añade.
Por lo mismo, y en una decisión que el periodista venía considerando hace un par de años, se compró una máquina que le ha cambiado la vida al matrimonio y que lo obliga a ponerse una mascarilla cuando se acuesta y a estar conectado con un dispositivo sobre su velador. El impacto fue inmediato: Manuel ahora tiene un sueño más reparador y Camila ya no despierta a los saltos. "Hace dos años me hice un examen del sueño y me sugirieron comprar este dispositivo que ayuda. Con la pandemia no estaba la maquinita, pero ahora me la compré y con lo poco que la he usado siento que estoy descansando bastante mejor y las horas de sueño valen", cuenta De Tezanos.
El mentado artefacto se le conoce como CPAP (Continuous Positive Airway Pressure en inglés, o presión positiva continúa en las vías respiratorias) y es un sistema compuesto por un dispositivo que produce un flujo elevado de aire a una presión determinada. "El sistema CPAP genera una presión positiva en la vía aérea continua y eso provoca que la vía aérea no colapse y no se genere ronquido, y así el aire pueda viajar al pulmón de forma más efectiva y directa", explica la neuróloga especialista en sueño Anna Millán de la Clínica UAndes.
"El ronquido esporádico no tiene por qué ser un factor que incide sobre la calidad del sueño, ahora cuando el ronquido se hace frecuente es porque hay una causa que genera este síntoma. A veces ocurre en casos de obesidad, en caso de consumo de alcohol o sedantes. O pacientes con rinitis crónica. Todo eso genera una apnea obstructiva del sueño y ahí los ronquidos inciden en la calidad del sueño. De un 2% a un 4% pueden tener ese síndrome y además de los ronquidos, experimentan alteraciones como somnolencia diurna, cambios en su personalidad e inquietud", añade la doctora Millán.
El modelo que compró el conductor de TNT Sports es el denominado AirSense de la marca Resmed y que en el mercado coquetea con un valor que va de los $800.000 a $1.000.000. Su funcionamiento, además, es sencillo: el tubo del humidificador agrega humedad al aire que se respira y la máquina empuja el aire hasta la máscara.
"Es como que la máquina me mete más aire del que absorbo regularmente con mi respiración cuando duermo. Es un aire un poquito húmedo y no hace nada de ruido. No he tenido problemas y funciona muy bien. Lo que sí, es que hay que ir sí o sí al médico antes", aconseja De Tezanos.
-Su señora, entonces, es la persona más feliz.
-Camila está mucho más contenta, obvio. Alguna vez en una cobertura me tocó dormir con Pancho (Francisco) Sagredo y él ronca un montón, entonces sé lo que se siente. Era una cuestión de disponibilidad y aunque la máquina es cara, vale la pena.