Hace dos meses, la Policía Marítima de la Armada identificó la primera pista y con eso se inició una investigación que terminó con la incautación de 98 kilos de clorhidrato de cocaína y cuatro extranjeros detenidos: dos ciudadanos chinos, uno peruano y uno albanés, quien cuenta con pasaporte de Países Bajos.
La extraña mezcla de nacionalidades da cuenta de la operación internacional que pretendía llevar la droga desde el Puerto de San Antonio hasta Europa, específicamente a Países Bajos. Pero más allá de eso, el objetivo era, según explicó el fiscal Maximiliano Krause, de la Unidad Regional de Análisis Criminal y Focos Investigativos de Valparaíso, probar una nueva ruta para enviarla al Viejo Continente.
El dato que gatilló la investigación fue el siguiente: "Una organización de bolivianos tenían unos clientes europeos que necesitaban recibir en Europa un cargamento de droga para probar una ruta de transporte. La investigación permitió establecer que los clientes eran unas personas de nacionalidad albanesa y que tenían como objetivo lograr ingresar a Rotterdam, en un contenedor refrigerado, aproximadamente 100 kilos de droga, como ruta de prueba", detalló el fiscal.
A fines de abril, ciudadanos albaneses llegaron a Chile. "Se reunieron con una persona que estaba encargada de 'contaminar' el contenedor, luego abandonaron el país y volvieron cuando tuvieron el dinero necesario para financiar el pago de ese servicio de contaminación y otros gastos asociados al envío de la droga", explicó Krause.
¿Y el rol de los chinos? Según la Fiscalía, "ellos permitieron y facilitaron los medios para la comisión del delito, entregando una importante cantidad de dinero". Serían 100 mil dólares, los que fueron transferidos desde Países Bajos a Chile. En ese tipo de transferencias "informales", como explicó el fiscal, se cobraría una comisión de un 8% aproximadamente.
El ciudadano peruano, en tanto, fue detenido en una misión encubierta del OS7 de Carabineros. Con los antecedentes recabados, se llegó hasta un departamento en Recoleta. "Ahí solo se encontraba una maleta con 98 kilos de clorhidrato de cocaína, que un peruano entregó a un funcionario policial encubierto", dijo el fiscal.
Como parte del operativo, que también contó con la colaboración de Aduanas, se realizaron allanamientos en Las Condes y Santiago, donde se encontraron 971 millones (sería el monto de la transferencia hecha desde Europa) y 1.050 euros.
La formalización de los detenidos sería este jueves, pero se pospuso a la espera de contar con traductores.