Pasaron diez años y recién ahora Benjamín Vicuña pudo expresar a través de un libro lo que tuvo que lidiar tras la muerte de su primogénita a los 6 años producto de una bacteria que la afectó en unas vacaciones en familia en Cancún.
"Blanca, la niña que quería volar" no sólo recoge el testimonio en clave de diario de vida del actor, sino también una carta inédita que Carolina "Pampita" Ardohain escribió a modo de desahogo luego del deceso de la pequeña.
Sobre el permiso de la conductora argentina para hacer públicas sus reflexiones, Vicuña destacó en el programa "Intrusos", de América TV que "de parte de Caro hubo una generosidad muy grande a nuestra historia, a Blanca, y me acompañó en todo momento. Leímos juntos con nuestros hijos partes del libro que son más luminosas y estoy muy agradecido, porque los duelos son individuales y ella tuvo otra manera de encarar el dolor. Yo necesité expresarlo".
Estos son los extractos de la íntima misiva de Pampita bajo el título de "Blanca" que aparece al final del libro. Vicuña los presentó así: "Comparto unos textos íntimos y entrañables que escribió Carolina pocos meses después de la partida de nuestra niña que generosamente me cedió".
-Dolor inagotable: "No hay día en el que no me sienta desesperada. Las lágrimas no se acaban y los gemidos de dolor tampoco. Es como si el tiempo se hubiera detenido y mi cuerpo se moviera, pero mi alma estuviese estancada en el fondo de un pozo ciego".
-¿Premonición?: "Mi Blanca hermosa, me vuelve a la mente tu dibujo volando con alas y los corazones que iluminan. ¿Qué quisiste decir? ¿Acaso sabías que te irías? ¡Cómo no lo supe! Te hubiese besado y retenido entre mis brazos sin soltarte, desafiando hasta a Dios si hubiese sido necesario".
-Desánimo: "No sé cómo haré mañana para salir de la cama, ni sé cómo lo logré esta semana, cómo converso con la gente y cómo cuido a Beltrán (que había nacido el 8 de junio de 2012 y cumplía 3 meses el día en que Blanca partió)".
-Belleza: "Las fotos de ella me matan, pero también me encantan. Las que tengo en el teléfono las miro todo el tiempo... Estaba tan grande y hermosa. El último tiempo no paraba de admirar esa belleza en la que se estaba convirtiendo. ¡Se lo dije tanto en el viaje a México! Y también en la clínica los primeros días".
-Cementerio: "Leí su nombre escrito una y otra vez: Blanca Vicuña Ardohain. Tardé un rato en reaccionar y empezar a llorar, pero cuando empecé fue como explotar por dentro".
Ejercicio terapéutico
El sicólogo Fernando Marchant, especialista en psicoterapia experiencial humanista de Vidalntegra, que suele acompañar procesos de duelo con este enfoque, plantea que "mientras el ejercicio de escritura esté conectado con la búsqueda de un sentido que ayude a expresar, va a servir muchísimo porque como acto va a abrir significados que están guardados, escondidos. Si no va a quedar sólo como el hecho de escribir una historia". Y recalca que "antes de publicar una carta como esa se debe haber vivido un proceso emocional-afectivo para dejar atrás emociones como la negación, el rechazo o el dolor profundo y dar paso a una aceptación y despedida".Pilar Sordo, sicóloga y autora de "Bienvenido dolor", en 2012 ayudó a la pareja tras la partida de Blanca y comenta: "Yo no sé si Pampita ha logrado salir a adelante, pero lo que sí sé es que ella aprendió a caminar con el duelo. Y en esa caminata ha tenido días buenos y días malos. Esa fecha, los 8 (día de su muerte), siguen siendo súper importantes. Ella dentro de su sabiduría ha ido aprendiendo a agradecer Io que tiene, y a afirmarse dentro de esa gratitud para caminar con la pérdida, porque de eso no se sale adelante ni se supera, sólo se aprende a caminar con eso".
Sobre la importancia de plasmar el dolor en palabras, Sordo explica: "el escribir los dolores o la gratitud, escribir las cartas como lo hizo Benjamín, es sanador en sí mismo. Al sacar la realidad limpias, pero también adquieres conciencia de realidad, entonces el proceso se hace más sano para vivenciar o traspasar".