El vuelo "AR-1304 Ezeiza-Miami" de Aerolíneas Argentinas,
se vio interrumpido antes de despegar, luego de que la
tripulación recibiera un mensaje anónimo sobre unas
bombas al interior de la nave. "Decile al capitancito que le
pusimos tres bombas en el Miami. Que se deje de joder
con la política y chequee el avión, porque van a volar en mil
pedazos",
decía el audio con voz distorsionada,
activándose los protocolos de seguridad y evacuando a los
270 pasajeros.
Después de siete horas de revisión, el grupo antiexplosivo
de la Policía Aeroportuaria (PSA) informó que en la nave
no había ninguna bomba. El retraso del vuelo provocó una
pérdida de cerca de un millón de dólares para la aerolínea
y también la molestia de los pasajeros que hoy están
realizando una demanda colectiva. Una semana después,
una azafata de Aerolíneas Argentinas es detenida como
presunta autora de los mensajes y todo indica que el
despecho la motivó a inventar la trama de la bomba,
informó "lnfobae".
Del avión a la cárcel
Este domingo fue detenida en el aeropuerto de Ezeiza, la
azafata y futura paramédica, Daniela Carbone, de 47 años.
Tras bajarse de un avión fue llevada a prisión, acusada de
los delitos de "intimidación pública, entorpecimiento de los
servicios públicos y coacción agravada", detalló "Página
12". Carbone ha trabajado en Aerolíneas Argentinas por 25
años con un conducta intachable, sin embargo, su actuar
cambió luego de que hace dos meses su exnovio, un
auxiliar de vuelo que viajaba en el avión el día de la bomba,
terminara la relación con ella, registró T N.
Única sospechosa
Solo 48 horas demoraron en dar con la identidad de la
autora de los audios, llegando a Carbone gracias a que
utilizó el celular de su hija, previo cambio de chip a uno
prepago y utilizó una aplicación de IA para distorsionar su
voz, programas que están al alcance de todos y que
podrían convertirse en un riesgo. "Este tipo de tecnologías
presenta una serie de amenazas a la seguridad y
privacidad, como la suplantación de identidad con el
clonado de voz, el phishing de voz para obtener
información sensible, o la manipulación de evidencia,
falsificando pruebas de audio", sostiene el director de
innovación de Zenta Group y miembro fundador del
Laboratorio de Inteligencia Artificial, Neuroderechos y
Metaverso (LIANM), Tomás Vera. El experto explica que
con solo hablarle a estos programas, ellos capturan
nuestra voz y la modifican. Lo fácil del uso de este tipo de
tecnologías es lo que podría provocar ciertos peligros en el
futuro, por lo mismo para prevenirlos "no hay que
compartir información importante basándose únicamente
en la voz y utilizar métodos de verificación adicionales
para confirmar la identidad de las personas", aconseja.
Egolatría y despecho
Tras conocer que el auxiliar de vuelo había terminado con
Carbone, se comenzó a trabajar la tesis del despecho. La
azafata habría inventado lo de la bomba para impedir que
su exnovio se juntara con su nueva novia en Miami,
información que fue confirmada por el hombre este
martes cuando declaró frente al tribunal. Para la sicóloga
de la Universidad de Chile y terapeuta de parejas en
Psyalive, María José Gré Altermatt, el actuar de Carbone
"manifiesta puro narcisismo propio de este siglo". "Lo que
le pasó a la azafata es lo que se llama un trastorno de
personalidad del clúster B, caracterizado entre otros no
sólo por conductas narcisistas, sino también antisociales",
detalla la especialista, quien explica que "el despecho es
una conducta que proviene primeramente desde nuestra
egolatría. Para la tripulante era tan prioritaria su urgencia
de frenar la vida de su expareja, que las necesidades de
las personas del avión quedaron en segundo plano. La
egolatría sólo dice: yo primero, yo segundo, yo tercero",
afirma Gré.