"Por suerte todo nos salió bien, yo lo veo casi como un milagro". Jacqueline Gaete (37), recordada figura televisiva de "Calle 7" (TVN), radicada desde hace diez años en Ecuador, evoca su fe para explicar el hito familiar que aún la tiene en las nubes: junto a su esposo, el empresario ecuatoriano Andrés Garcerant, compró una casa a las afueras de Guayaquil, en el sector de Vía Salitre, precisamente donde solía arrendar.
"Desde que me casé hace cuatro años, estábamos buscando un lugar, porque como se dice cuando uno se casa, casa quiere. Lo empezamos a hacer pero no de manera acelerada, yo soy muy de vivir el momento y dejar que las cosas se den en el tiempo perfecto de Dios. Y ahora se hizo realidad", establece la actual conductora de Telerama, señal televisiva ecuatoriana que la tiene como animadora del matinal "Esta es tu casa" y haciendo segmentos de espectáculos en el noticiario de esa televisora.
Jacqueline, madre de Benjamín (3) y Martín (2), cuenta que hace diez mes comenzaron a hacer las tratativas para conseguir la propiedad con su respectivo crédito hipotecario. El domicilio posee tres habitaciones, cocina americana, un patio interior que divide el living con el comedor y un jacuzzi. "La verdad es que nos enamoramos un poco de la casa, porque al medio de la casa había un árbol en este patio particular. Cuando vi el diseño, me gustó mucho de inmediato. Era preciosa, de hecho, nos quedamos con la casa piloto", comenta.
¿Compró la casa piloto?
"Era la casa piloto que mostraban para exhibir cómo se podía adecuar, pero a nosotros nos gustó así mismo. Nos costó en dinero un poco más, pero ya venía con todo listo. Venía con cortinas, lámparas, luces, todo. Prácticamente era llegar y vivir. 'Yo quiero esta casa', dije. Es que el árbol del medio me encantó. Y a mis hijos les encantó también. A veces para los niños estos cambios pueden ser fuertes, pero para ellos ha sido positivo. Y eso nos da la señal de que elegimos bien".
Según cuenta la también influencer de Instagram (@jacqueline_g_v, 717 mil seguidores), el proceso para hacer efectiva la compra de la casa, avaluada en 185 mil dólares, resultó difícil. "Es bastante complicado acceder a una propiedad porque no aprueban fácilmente los créditos. Yo estoy casada, por lo tanto, nos evaluaban a los dos con mi esposo. Pero para ejemplificar, para que te den créditos uno tiene que dar alrededor de un 30% como pie, que es algo diferente a lo que yo viví en Chile", expresa.
¿Por qué es muy diferente?
"Mi experiencia en Chile fue muy distinta. Yo tuve dos departamentos en Ñuñoa y me acuerdo que a mí en esa época, hace casi 20 años, me dieron crédito completo, 100%. Acá eso es imposible. Ninguna posibilidad de que te den un crédito 100%. Hay que dar el 20 o 30% de pie para que te consideren".
¿Y cómo lo hizo con el pie?
"Igual dan opciones de poder pagar el pie en 2, 3 o 4 años. Y ahí, mientras tanto, uno postula a créditos. Y en ese momento, te pueden aceptar o negar el crédito. Nosotros ya pagamos el pie, no sé cómo lo hicimos porque era harta plata. Nos sacamos la mugre trabajando. Después, los bancos son bien complicados para aprobarte (el crédito), te ven hasta el mínimo detalle. Tienes que tener un muy buen pasar para que te consideren. Como persona hay que estar muy bien evaluado por ellos en cuanto a ingresos. Nosotros tuvimos suerte".
¿Por eso dice que fue como un milagro todo esto?
"Si bien a nosotros nos va bien, no somos adinerados. Entonces, aprobamos y fue como un milagro. Por eso estábamos tan contentos cuando lo logramos. No era nada de fácil"