El prólogo A fines de febrero de este año, el abogado Felipe González presentó ante el 80 Juzgado Civil de Santiago un requerimiento para "el nombramiento de un juez partidor". De acuerdo con el escrito, el objetivo es que el tribunal designe un árbitro para "liquidar y repartir los bienes" de Jorge Mardones Lemebel, fallecido el 10 de enero del 2021.
Jorge era el único hermano de Pedro Lemebel. El escritor murió el 23 de enero del 2015 sin tener descendientes, por lo que todos sus bienes fueron heredados por Jorge.
La solicitud de un partidor de bienes fue interpuesta por Geraldine (39 años), hija menor de Jorge. Sus otros herederos son su viuda, Bernardita Caro Agurto, y sus hijos Daniela (44) y Jorge Mardones Caro (40). Los bienes a repartir son una casa ubicada en la calle Dardignac, Recoleta, y los derechos sobre los libros "Adiós Mariquita linda", "Zanjón de la Aguada", "De perlas y cicatrices", "Tengo miedo torero", "Háblame de amor", "Loco afán", "La esquina es mi corazón" y "Serenata Cafiola".
"Durante todo este tiempo Daniela, que es la representante de su mamá y su hermano, jamás ha hecho partícipe a Geraldine de los dineros por los derechos de sus obras ni de la renta de la casa que arriendan en Recoleta", señala el abogado González.
La historia . "Yo nací fuera del matrimonio de mi papá. Al año siguiente, él se separó de su esposa y se fue a vivir fuera de Santiago con otra persona, así que nunca tuvimos una relación. Él ni siquiera me quiso reconocer. Pero sí tuve una relación cercana con mis abuelos paternos - Pedro Mardones y Violeta Lemebel- que me querían y trataban como a una nieta más. También fui cercana a mi media hermana Daniela", relata Geraldine.
Con su tío Pedro, dice, solía hablar por teléfono. "A él lo vi muy pocas veces, nuestra cercanía era por mi abuelito. Cuando enviudó se quedó solo en su departamento, en Departamental. Mi colegio quedaba cerca, así que en las tardes lo pasaba a ver. Pedro IO llamaba todos los días para saber de él, yo le contestaba y le contaba".
¿Era cariñoso?
"Conmigo siempre fue buena onda, no tengo nada de qué quejarme. Pero no podría decir que era cariñoso. Tampoco con mis hermanos. Era mucho mayor que nosotros. Sí leía mucho de él. Aparte de sus libros, mi abuelito guardaba todas las crónicas que salían publicadas de Pedro y me pedía que se las leyera una y otra vez".
Geraldine cuenta que con su hermano Jorge nunca ha habido cercanía y que la relación con Daniela se quebró cuando demandó a su papá para que la reconociera legalmente. "Ella nunca me lo perdonó. No me volvió a hablar. De hecho, se enojó mucho cuando llegué al funeral de Pedro y no me avisó cuando falleció nuestro padre. Yo me enteré nueve meses después. Hasta el día de hoy no sé dónde está su tumba. Mis abuelos y mi tío están enterrados juntos en el Cementerio Metropolitano, yo voy a verlos y mi hermana lo sabe".
¿Qué pasó con la herencia de su padre cuando él falleció?
"Mientras mi papá estaba vivo le otorgó un poder a mi hermana a Daniela para que ella lo representara y le cedió en vida a ella y mi hermano Jorge dos departamentos, ubicados en el barrio Bellavista, que había heredado de Pedro. Mi hermana no le avisó a la Editorial Planeta del fallecimiento de mi papá, así es que siguió recibiendo las liquidaciones semestrales por la publicación de sus obras. Yo nunca he recibido ni un peso de nada. El año 2019 ella patentó la marca Pedro Lemebel en el Registro de Propiedad Industrial".
¿Han tratado de llegar a un acuerdo?
"Eso es imposible. Yo a ella la quería. Pero cuando Daniela se puso de parte de mi padre, sabiendo que yo siempre sufrí porque él no me reconocía, se murió nuestra relación de hermanas".
Hace un año, Geraldine comenzó a hablar con el abogado Felipe González para demandar a sus hermanos. "Yo creo que al principio no me creían. Gracias a las acciones judiciales en estos momentos no se están imprimiendo los libros de Pedro porque no se han renovado los contratos. En enero ellos me ofrecieron, a través de su abogada, 20 millones de pesos para que renunciara a la herencia de mi padre. En abril aumentaron la oferta a 25 millones de pesos. Pero yo quiero la partición de los bienes".
Los anexos . Francisca Silva, abogada de Daniela y Jorge Mardones Caro y de su madre, Bernardita Caro, es escueta. "Lo único que puedo decir es que todo está judicializado y que será un juez partidor quien decida. Cuando tienes una contraparte que no tiene la decencia de contestar los correos con las propuestas, contestar a la editorial Planeta o enviar una contraoferta formal, no se puede negociar y menos por la prensa".
A su vez, la Editorial Planeta, que tiene el catálogo de los libros del autor, señala lo siguiente: "Estamos a la espera de la resolución que adopte la sucesión del autor para renovar aquellos contratos que han vencido (...) Nuestro interés es, sin duda, asegurar la distribución de toda la obra de Pedro Lemebel, para así permitir que su legado literario siga llegando a los lectores".