María José López tenía una cita con su estilista en Viña del Mar el martes pasado y su esposo Luis Jiménez aprovechó de acompañarla sin saber que terminaría volando por los cielos costeros junto a su suegro Gonzalo López. "Fue todo improvisado. Aprovechamos que la Jose estaba en la peluquería y fuimos a dar una vuelta. Me está enseñando a pilotar", cuenta el ex volante.
El Mago compartió los registros de su paseo, que duró cerca de dos horas y media, en redes sociales, donde se le veía sonriente arriba de un vehículo bastante particular.
¿Cómo se llama esa avioneta chica en la que volaron, Luis?
"Si te escuchara Gonzalo se muere, porque no es una avioneta. Es un autogiro. Es un vehículo de la empresa Magnigyro, una marca italiana, y es un modelo abierto que brinda más emoción. No me dio miedo, me da más miedo el parapente o paramotor".
Tal como explica el ex futbolista, el vehículo se llama autogiro o girocóptero y es una nave que vuela como los aviones pero que su ala es un rotor que gira por la acción del viento.
"Luis se ha privado toda la vida de hacer cosas riesgosas por su carrera, pero hoy se abre a divertirse sin pensar tanto. Cuando íbamos a despegar le pregunte si sentía los pedales que están al final y le pedí que moviera el joystick o bastón que hay al medio. Le dije que es como si fuera el volante de un auto: a baja velocidad lo puedes mover con gran acción, pero cuando estás andando son pequeñas presiones. Luego, al despegar las ruedas del suelo, le dije: viejo, estás al mando", recuerda Gonzalo López.
¿Lo dejó pilotando de una, Gonzalo?
"Sí. Reaccionó con una risa picarona, como de mira lo que estoy haciendo, jajajá. No le quise decir que yo también podía tocar los pedales para que estuviera concentrado a full y en lugar de corregirle algunos ángulos, lo dejaba que resolviera solo. Pudimos pasar por varias playas como Pichicuy o Salinas de Pullally y nos devolvimos por Cachagua, Zapallar, el valle de Calera, La Ligua, Quillota".
¿Van a seguir practicando?
"Yo creo que sí. Al día siguiente estuvimos en una comida y Luis trató por todos los medios de convencer a Carlos Villanueva de hacerlo, pero no quiso. Él juega pádel, jajajá. Y como dos semanas antes de este paseo le puse un parapente y un arnés, lo amarré con una cuerda y lo llevé a 12 metros de altura sin clase previa".
Jiménez también quedó chocho con la experiencia y habla maravillas de la relación con su suegro. "Ha sido muy buena desde el primer día. Somos muy partners: nos gusta conversar, salir, hacer diferentes cosas juntos. Es muy simpático, entonces es imposible pasarlo mal con él, aunque igual hay que entenderlo porque tiene un humor muy particular, jajajá. Pueden buscarlo en su Instagram (@1000aventuras)", recomienda.
Gonzalo López, por su parte, explica la reacción de su hija cuando se enteró que el Mago había volado en girocóptero. "Imagínate: ella me dice chalao y no porque ocupe chalas, jajajá. Saber que Luis fue conmigo y que no respondimos el teléfono por tres horas fue, por decir lo menos, preocupante. A ella le preocupa mucho más no saber de mí que saber de mí"