Durante los tres primeros años de pandemia, cuando era impensable aglomerarse en una sala con desconocidos, el Ministerio de Transportes prorrogó tres veces la vigencia de las licencias de conducir. La última prórroga, que alargó la vigencia de todas las licencias que debían renovarse entre los años 2020 y 2022, es la que probablemente ha provocado que las direcciones de tránsito de las municipalidades tengan enormes listas de espera en la agenda de renovación de licencias: este año se juntaron las que vencieron en pandemia y las que deben renovarse este año porque así les corresponde.
"Mi licencia vencía en noviembre del 2020", cuenta Pablo Sanfurgo, vecino de la comuna de San Miguel. "Así que un mes antes -agrega- fui a agendar hora para renovarla y me dieron hora recién para agosto del 2022. En ese momento regía la prórroga, por lo que no hubo problema. El asunto es que a comienzos de mayo de este año fui a agendar una hora para extender mi licencia a clase C (motos), pero me dieron hora para noviembre. Era la única fecha que había".
Estrategias de alcaldes
Carolina Leitao no solo es la alcaldesa de Peñalolén sino que también es presidenta de la Asociación Chilena de Municipalidades (ACHM), que agrupa a 346 comunas del país. En esa condición, explica qué está pasando. "La alta demanda se debe a que se tomó una decisión inconsulta con los municipios en su momento, que fue postergar la vigencia de las licencias, sin planificar anticipadamente los efectos que tendría después y los efectos que los municipios estamos padeciendo".En Peñalolén, describe Leitao, han calculado que este año tienen que renovar cerca de 50.000 licencias y que antes de la pandemia I cifra de renovaciones anuales rondaba entre las 15.000 y 16.000.
Para acelerar el proceso, detalla la alcaldesa, en su comuna la agenda se abre todos los meses, con el fin de priorizar a quienes les vence la licencia en esa fecha y descartar a los que quieren adelantarse. Además, Leitao asegura que quienes reservan una hora y luego no asisten, son castigados con tres meses en que no se les vuelve a reagendar.
Leitao agrega que también agilizan casos específicos: personas que necesitan trabajar con la licencia, urgencias por un factor económico o robo de documentos. Esas situaciones, detalla, se atienden diariamente.
En la comuna de Quinta Normal, cuenta la alcaldesa Karina Delfino, aumentaron el equipo de trabajo, por lo que tienen dos médicos encargados de realizar los exámenes visuales y dos examinadores. La agenda para renovar la licencia, dice Delfino, se abre cada dos meses y las horas demoran 120 minutos en acabarse. Por ejemplo, menciona, el primero de junio se abrirá la agenda para julio y agosto. Las horas, dice, se agendan online en la web de Quinta Normal.
"En esta comuna agendamos 1.000 horas para cada mes e igual tenemos problemas. Hemos implementado un sistema de confirmación de horas y llamamos a los vecinos para corroborar su asistencia. Si cancelan, esa hora se la damos a otro. También estamos evaluando atender los sábados o extender el horario en la semana", asegura Delfino.
Perece broma
Miguel Ángel Ruiz, vecino de Macul, cuenta que su licencia vencía en enero. Ese mes, dice, se metió a la página web de su comuna a averiguar cómo debía renovar el documento. "Decía que solo agendaban por correo electrónico. Me pareció raro porque ni siquiera indicaba qué poner o adjuntar. Escribí y me dijeron que debía enviarles unos documentos y que luego de eso me darían una hora", relata.Ruiz, confiado vecino de Macul, pensó que le responderían pronto o que, tal vez, la demora se debía a la temporada estival. "El 9 de mayo escribí otra vez y reclamé. Y pasó algo que parece broma. Me dieron hora para el 15 de noviembre. Como tengo familia en Talca, estoy pensando en ir a la Fiesta del Chancho Muerto en agosto y renovar allá", finaliza.