Este domingo, Francisca Mardones vivirá su primer día de la madre. Su hija Sara ya tiene cuatro meses y la experiencia ha sido tan emotiva como intensa. "Es difícil, hay muchas cosas que no te dicen de la maternidad, pero ver su sonrisa en la mañana compensa todo", cuenta con orgullo la lanzadora paralímpica, medalla de oro y récord mundial en los Juegos Paralímpicos Tokio 2020.
En una celebración clásica, Francisca tendría que tener a disposición cositas ricas para el desayuno y el regaloneo familiar, pero la logística ha ido cambiando y junto a su esposa y asistente técnica Fernanda Pantoja han ido modificando el consumo de ciertos manjares por una razón clave: a Sara, la hija de ambas, le diagnosticaron alergia alimentaria, un cuadro que genera muchísimas incomodidades en los recién nacidos y angustia a raudales a las madres y padres.
"Las noches son difíciles, Sara se revuelca de dolor. Ella llega a despertar por el dolor de los cólicos, se queja mucho, llora y luego no se vuelve a dormir. Su alergia está en estudio, pero mientras no sepamos qué la provoca, seguiremos con las noches intermitentes", resume la atleta. "Lo más difícil, más que no dormir, es ver a tu guagua sufrir. Lo bueno es que cuando ya es de día se le pasa", añade.
A su esposa Fernanda le ha tocado pesado. De hecho, y como ella está en periodo de lactancia, ha tenido que suprimir el consumo de ciertos alimentos e ir probando en base a ensayo y error, y chequear si alguna comida le cae mal a la pequeña Sara. El matrimonio todavía está en esa difusa fase exploración y con la incertidumbre instalada de no saber qué diantres es Io que rechaza el aparato digestivo de su hija.
"La alergia alimentaria es una reacción adversa a los alimentos que en los últimos años ha ido en aumento y la más frecuente es a la proteína de la leche de vaca y a la soya. Ahora las manifestaciones se pueden ver en niños recién nacidos hasta mayores y los síntomas más importantes en los lactantes y recién nacidos son cólicos, dolores abdominales intensos, deposiciones con mucosidad y sangre y reflujo, o manifestaciones en la piel o en las vías respiratorias", explica Luis Andrés Vives, gastroenterólogo pediátrico de Clínica Universidad de los Andes.
"La dieta de Fernanda ha sido bien exigente porque como está dando leche puede traspasarle la alergia a Sara y por eso se cuida mucho. Está sin huevo, sin proteína de la leche de vaca, y de a poco ha ido incorporando otras cosas. Antes estaba sin soya, sin proteínas y sin harinas, así que también ha sido difícil. Nos dijeron que podía ser por inmadurez del sistema digestivo, pero ya llevamos cuatro meses y sigue, aunque todo el mundo nos dice que después de un año se pasa. Obviamente es pesado porque cambia toda la rutina de la casa y te aíslas. Y como duerme tan mal tratas que en el día pueda descansar. En la noche duerme tres horas de corrido y después se despierta cada una hora por dolor de guatita. Incluso tenemos la duda de que tenga alergia alimentaria y que no sea otra cosa que le de dolor de guatita. Le hemos hecho exámenes y tiene inflamado el intestino", dice Francisca, quien obviamente ha debido desdoblarse para seguir entrenando y afinando su preparación para los desafíos deportivos que tiene: el Mundial de Paratletismo que se celebrará en París en julio próximo y los Juegos Parapanamericanos, en noviembre de este año.
"Cambiar la rutina ha sido difícil, hay que rendir, entrenar y todo eso. Para Tokio mi foco era entrenar, pero ahora mi foco es mi familia y terminar mi magíster en gestión deportiva. Y más encima tengo Mundial e iré sola para poder enfocarme un 100%", añade la atleta que vive en Talca y se moviliza a Santiago en una Toyota Rav4.
"Por mi condición viajar en bus no es opción y para viajar en tren hay que comprar los pasajes con mucha anticipación. El auto me da autonomía y es muy cómodo. Ahora en todo eso la planificación ha sido la clave. En el refrigerador tengo todo anotado, con todas las actividades que tengo que cumplir en el día y eso incluye hasta lo que tengo que comer para aumentar mi masa muscular. Así, desde la mañana, ya sé cuánto tiempo tengo que dedicar a cada cosa para cumplir. Incluso tengo definida las horas en las que tengo que cuidar a Sarita para que mi esposa pueda avanzar con sus cosas", dice.
"La dieta de Fernanda ha sido bien exigente porque como está dando leche puede traspasarle la alergia a Sara y por eso se cuida mucho".