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Sombrerería Donde Golpea el Monito cambia por dentro y por fuera

La clásica sombrerería Donde Golpea el Monito, ubicada en la calle 21 de Mayo, no solo permanece estoica en el centro de Santiago desde 1915, sino que también está en pleno proceso de remodelación. Por estos días se refacciona el edificio y se incluye un museo donde se exhibirán las herramientas clásicas utilizadas para la elaboración de estos accesorios, además del rescate de un altillo o entrepiso y una cafetería en el mismo edificio.

"Después de la pandemia, prácticamente íbamos a cerrar, no teníamos cómo sustentarnos', cuenta Catalina Lasen. 'Mi papá, Roberto Lasen Sordo, decidió comprar la otra parte del negocio a la familia y empujamos este proyecto por el valor emocional que tiene para nuestra familia".

Con el centro cultural, que ocupará el segundo piso del edificio, Catalina, su padre y su tía María Teresa Tamayo buscan relevar el oficio de la sombrerería.

"Como además tenemos una marca de café, sentimos que debíamos poner una cafetería para generar la sensación en los clientes de que realmente están en una sombrerería antigua", cuenta Lasen.

Según explica Bernardo Valdés, arquitecto a cargo del proyecto, la remodelación busca conservar la estructura del edificio que alberga el comercio y, al mismo tiempo, recuperar los espacios subutilizados.

"Al comenzar los trabajos, nos encontramos con un edificio de fines de siglo XIX, de albañilería, que ya tenía modificaciones tras el terremoto de 1985. Es de una arquitectura bastante austera para la época, debido a que tiene pocos detalles, pero de dimensiones importantes. Originalmente, en el primer piso del edificio había tres tiendas -entre ellas la sombrerería - y, en el segundo, talleres de fotografía, modistas o costureras, entre otros relacionados con el mundo de la indumentaria", cuenta Valdés.


El primer piso -agrega el arquitecto y gestor cultural- cuenta con 193 metros cuadrados, un altillo de 79, y el segundo piso, donde operará el centro cultural, 182. "El altillo está concebido como parte del local y funcionará como vitrina para los elementos museográficos del local, como hormas o moldes, anuncios, máquinas para medir, espejos o cajas antiguas, para lo cual estamos trabajando con la restauradora Florencia Achondo. La idea es que Donde Golpea el Monito pase a ser una especie de tienda- museo. Estamos reforzamos el edificio con una malla estructural y estuco italiano", precisa Valdés.

A la francesa

Para Gonzalo Schmeisser, arquitecto y profesor de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Diego Portales, el valor del edificio capitalino radica en el local que alberga.

"Esta tienda estaba muy bien ubicada, estratégicamente, entre la Plaza de Armas y la Estación Mapocho, dos espacios muy importantes para Chile de esa época y, probablemente, la aristocracia chilena caminaba por ahí para tomar el tren. Además, en Santiago era considerado de buen gusto usar sombrero y los que podían, los importaban de Europa", cuenta Schmeisser.

En términos arquitectónicos -agrega el académico- este edificio remite a una época muy "afrancesada" de Santiago.

"La manera de construir viviendas de lujo, palacios y centros comerciales era al estilo neoclásico francés. Lo curioso de esta construcción, al igual que muchas otras del centro de la capital, es que está hecha al estilo francés, pero más precariamente. Por ejemplo, los balaustres, que son los pilares que van debajo de las ventanas, son típicos del art nouveau, y arriba de las ventanas hay un friso, que tiene un fin decorativo, Io que demuestra la pretensión de ser como un edificio parisino", opina Schmeisser.

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