Después de sendas escalas en París y Hong Kong y de recorrer más de 18.000 kilómetros, Juvenal Moya y Joaquín Tapia, alumnos de Ingeniería Telecomunicaciones, Conectividad y Redes de Inacap sede Santiago, junto a Martín Ancamilla -estudiante de la misma carrera en la sede Temuco- estaban listos para iniciar su aventura en China.
Los tres jóvenes conformaban el primer equipo chileno en asistir presencialmente a la final de "ITC Competition", torneo de talento digital organizado por Huawei en Shenzhen, la ciudad donde el gigante tecnológico tiene su casa matriz. Allá se enfrentaron a 146 equipos de 36 países entre el 24 y 27 de mayo.
Ganaron su derecho clasificando primero en la competencia chilena, contra universidades e institutos, y luego en el torneo latinoamericano y del Caribe, donde quedaron en cuarto lugar, por lo que la empresa costeó el viaje y estadía del equipo, junto al profesor Pablo Salinas.
"Fue una experiencia increíble, era primera vez que salía del país", comenta Martín Ancamilla, quien se sorprendió en la futurista Shenzhen.
"Lo que más me llamó la atención fue cómo se maneja la tecnología en China; el avance de la movilización, todo es eléctrico o en base a nitrógeno, los automóviles, los buses, nada de combustible. En telecomunicaciones pude ver cómo tienen cuidado de la contaminación visual, todo el cableado e infraestructura va bajo tierra", valora.
Juvenal Moya destaca la planificación de la ciudad: "Cómo conviven la naturaleza y la parte más urbana, tenían todo verde. Incluso había lugares donde decía que tenían que tener cuidado porque había serpientes o jabalíes".
A Joaquín Tapia lo descolocaron las comidas chinas: eran muy picantes, asegura, un veredicto en el que coinciden sus compañeros. "Fue lo que más se sufrió, distintos sabores, eso fue lo más difícil", opina.
La prueba
Los chilenos compitieron en la categoría Networking contra equipos de China, Europa y Estados Unidos.La prueba consistía en un examen práctico: realizar una configuración ficticia entre la casa central de una empresa y sus sucursales a través de un protocolo externo. El tema es que debían cumplir una lista de 20 páginas con requerimientos que pedía la organización, y la solución tenía que ser posible de efectuar en el mundo real.
El tiempo que les daban era desde 10 de la mañana hasta las 18 horas, es decir, debían estar ocho horas seguidas configurando frente a sus computadores. No se paraban ni siquiera a comer, ya que durante ese lapso les llevaban alimentos hasta sus escritorios.
Era el momento crucial donde debía rendir frutos toda la preparación que realizaron en Santiago, donde ya habían probado jornadas de trabajo de ocho horas seguidas.
"Primero hicimos un checklist de todo lo que había y lo que íbamos a priorizar. Fue trabajo en equipo coordinado y con designación de tareas", cuenta Joaquín Tapia.
"La dificultad era alta. Lo que era de nivel básico e intermedio lo hicimos tranquilos, pero había cosas que no alcanzamos a estudiar. Un protocolo que no sabíamos configurar tuvimos que buscarlo en una plataforma de soporte de la competencia, llamada Gedex. Vimos ejemplos, digerimos la información, que está toda en inglés, y tratamos de adecuarlo al requerimiento de la prueba", agrega.
"Nunca habíamos visto una tipología tan grande", reconoce Martín Ancamilla. "Como Joaquín y Juvenal trabajaban juntos en la misma sede y tenían experiencia, se dedicaron a la parte externa, la más compleja. Yo me dediqué a la parte de solución de wireless lan y firewall", indica.
No alcanzaron a terminar todos los requerimientos en el tiempo asignado, por lo que no esperaban obtener alguno de los primeros lugares. "Estábamos satisfechos con los que habíamos logrado, nos fuimos contentos. Dos días después dieron los resultados, hicieron un evento y ahí nos llevamos la sorpresa que tuvimos que subir al escenario para recibir la medalla al tercer lugar en la categoría", cuenta Juvenal Moya.
Los tres volvieron felices con su logro. "Haber podido compartir con otros países, competir contra los mejores dentro del área, fue una experiencia gratificante y también llenadora, porque pudimos ver el nivel de conocimiento, cómo están en otros países, cuál es el avance de Chile. Fue increlble haber podido conocer todo eso", remata Martín Ancamilla.
Plus laboral
Conectividad y Redes, que trabaja conformando redes inalámbricas, estándares de datos y seguridad, es una de las ingenierías que se estudian en instituto profesional (IP) con mayor sueldo al quinto año de titulación, de acuerdo a las cifras del portal Mifuturo.cl del Mineduc . También es una de las que presenta mejor empleabilidad (ver tabla).En ese ámbito, los jóvenes que viajaron a China obtuvieron un plus con su trabajo. "Además de la competencia, visitaron las dependencias de Huawei. Hay varios salones de exhibición donde les muestran cómo funcionan nuestras soluciones con explicaciones técnicas, estuvieron también en el campus de investigación y desarrollo. Fue una experiencia de vida, aparte de una experiencia competitiva", destaca Silvana Droppelman, gerente de comunicaciones de Huawei Chile.
Valora el tercer lugar obtenido. "Lo más meritorio es que ellos vencieron todos los obstáculos para llegar a la final mundial, son tres estudiantes que, nos consta, se prepararon a conciencia", afirma.
"Como currículum a nivel general es muy bien valorado que ellos tengan un premio en esta competencia. En la interna, cuando ellos lleguen al final de su carrera, tienen ingreso privilegiado a las prácticas de Huawei, que son seis meses, que son pagadas y trabajan codo a codo con el equipo asignado", señala la ejecutiva.
