Antes de su eclosión como futbolista global, Arturo Vidal siempre dijo que la hípica era su pasión. Desde niño se vinculó al mundo de las carreras de caballos y, a medida que fue acumulando riqueza y su cuenta bancaria creció, sus principales inversiones apuntaron a ese negocio. Se convirtió en propietario, creó su stud Alvidal y hace seis años dio su paso más ambicioso, tras levantar su propio haras en un terreno de 30 hectáreas ubicado en San Clemente, en la Región del Maule.
"El haras es algo que siempre soñé con tener. Lleva cinco o seis años, me ha costado mucho tenerlo, tener y criar mis caballos", dijo esta semana el King durante un streaming en su canal de Twitch, en una de sus emisiones más reveladoras.
"Llega un momento en que me llega a la cabeza, estoy en lo último de mi carrera como futbolista. En estos cinco o seis años he ido máximo siete veces. Me he gastado toda la plata del mundo tratando de cumplir mi sueño. Me aburrí de la hípica porque vi cosas que no me gustaron. Lo veía como un hobby, pero ya no le estoy dando la importancia que me gustaría", señaló el volante de Athletico Paranaense.
Para iniciar ese desapego con una actividad tan trascendente en su existencia y, al mismo tiempo, controlar su flujo de gastos considerando que sus ingresos han ido bajando en los últimos años, Vidal tiene proyectado vender el predio y hacer caja. El terreno tiene más de 30 hectáreas, y posee pesebreras, una casa patronal con quincho de nueve habitaciones y una piscina de más de 20 metros de longitud. ¿El precio? No menos de 3500 millones de pesos.
"No estoy gozando como quisiera, estoy metiendo mucha plata. Prefiero que vaya a otras cosas en lugar de desperdiciarla en algo que no estoy disfrutando. Esa es la verdad, lo diré cuando quiera hacerlo", dijo Vidal en Twitch, ratificando que cerrará su espacio dedicado a la crianza de caballos finasangre.
Para Ariel Gómez, conductor del señero programa "Vamos a la hípica", el divorcio del King también tiene mucho que ver con la evolución que fue teniendo su haras. "En Chile debe haber cerca de 50 haras y el más importante es Don Alberto, de Carlos Heller. Un haras como mínimo se compone de 10 yeguas de cría. Arturo tiene una tradición hípica desde niño, cuidó, compró y tuvo a ll Campione, el mejor caballo de 2014. Y hoy ese caballo es el mejor padrillo en Argentina. Y decidió ser criador pero invirtió mucho y la verdad es que no le fue bien. Los resultados como propietario fueron muy buenos, pero como criador fue muy distinto y quedó claro que es algo muy difícil", señaló.
"Es un trabajo muy largo y de largo aliento. Creo que dio un salto pero fue en falso y acá el nivel de los haras es de nivel mundial. Piensa que Carlos Heller como criador tiene al mejor caballo de tres años de Estados Unidos. Para ser exitoso hay que invertir mucha plata, asesorarse bien y saber comprar. Las producciones anuales de Arturo deben haber sido de 30 años. Él le compró una yegua a Heller de pocos meses, que se llamaba Vitta Di Mamma, y que fue muy buena, pero luego se estancó. Ahora Arturo compró un potro de Estados Unidos pero que no es consagrado, él se preocupó más de las yeguas maternas, pero de los padrillos no trajo un potro probado. Aunque sea Arturo Vidal, son inversiones enormes", añadió el experto.
Rodrigo Quiroz, preparador del Hipódromo Chile, señaló que el cierre del haras (donde trabajan cerca de 15 personas) "es una mala noticia para la actividad", pero "hay que estar encima de un negocio de ese tipo y Arturo no lo estaba".