Esta semana comenzó el juicio oral contra Leonel
Contreras, detective de la PDI acusado de darle muerte de
un disparo a su compañera de patrullaje, la subinspectora
Valeria Vivanco, de 25 años.
El episodio ocurrió el domingo 13 de junio de 2021, tras un
control policial fallido a un vehículo que transitaba por la
comuna de La Granja. En algún instante se escuchó un
disparo y un segundo después la detective Vivanco se
desplomaba en medio de la calle, desangrándose. Perdería
la vida minutos después en un centro asistencial.
Tras un informe preliminar del Servicio Médico Legal se
creyó que el disparo provino de los ocupantes del vehículo
sospechoso, pero pericias posteriores, afirma la fiscalía,
concluyeron que el disparo salió del arma que portaba
Contreras.
Una de las pruebas centrales es la reconstitución de
escena, pues ayudaría a entender, según el Ministerio
Público, la concordancia entre las pruebas balísticas y
forenses con el lugar en que se encontraba Contreras en el
momento del procedimiento, así como el resto de los
detectives que lo acompañaban.
Parte el procedimiento
13 de junio de 2021, 15:30 horas, calle Las Parcelas con
avenida Santo Tomás, comuna de La Granja. El conductor
del vehículo en el que viajaban los detectives,
representado en la reconstitución de escena con el peto I,
le cortó el paso al vehículo sospechoso en diagonal.
Contreras, con lentes y mascarilla y con el peto 4, y
Vivanco, representada con overol blanco y el peto 2, se
bajaron del auto y apuntaron sus armas a los ocupantes
del vehículo sospechoso, que según los antecedentes,
había estado involucrado en una balacera ocurrida la
noche anterior en Puente Alto.
El disparo
En los asientos delanteros del vehículo sospechoso, un Kia
Rio 5, iban dos ocupantes, uno de ellos menor de edad. Al
ser encarados por la policía, en vez de bajarse, huyeron
doblando bruscamente hacia su derecha, por Av. Santo
Tomás al poniente. Al subir a la vereda reventaron un
neumático, lo que algunos testigos confundieron con un
disparo. Un instante después se escuchó un disparo de
verdad, el único registrado esa tarde, según la fiscalía.
Ninguno de los otros detectives que iban en el auto
policial, identificados con los petos 1 y 3, identificaron
quién había disparado porque cuando eso ocurrió se
estaban bajando del auto.
"Me pegaron"
Las últimas palabras de la subinspectora Valeria Vivanco
fueron "me pegaron". Luego, se desvaneció en medio de la
calle. En el barrido del lugar el Labocar de Carabineros
encontró una bala en Av. Santo Tomás, unos seis metros al
poniente de la esquina del procedimiento fallido. Es decir,
en la dirección en que huyeron los sospechosos. Un
análisis genético concluyó que esa bala contenía restos
orgánicos de la detective, por lo que se concluyó que le
causó la muerte. Un análisis balístico, en tanto, concluyó
que esa bala fue percutada por la pistola de Contreras. Y la
reconstitución de escena sería concordante, siempre
siguiendo la hipótesis de la fiscalía, con la hipótesis de que
en determinado momento la detective Vivanco se habría
interpuesto en la línea de fuego entre el detective
Contreras y los sospechosos. En otras palabras, el
Ministerio Público sostiene que Contreras, queriendo
dispararle al vehículo que huía, terminó disparándole a su
compañera. La defensa de Contreras, en cambio, sostiene
que el disparo bien pudo provenir del detective con el peto
I, el chofer del auto policial.