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Los tres Papás, los Luceros y los Gariteros arman el Tren de Aragua

Ronna Rísquez estuvo en la cárcel de Tocorón, centro penitenciario que hasta la semana pasada era totalmente controlado por el Tren de Aragua, organización criminal internacional ubicada en el estado de Aragua de Venezuela. Antes de ese día, cuenta la autora del libro "El Tren de Aragua", publicado en Chile por editorial Planeta, intentó entrar a la cárcel en dos oportunidades, pero no consiguió el aliento necesario para bajarse del auto. Se conformó, dice la cofundadora del medio digital Invisibles y de Monitor de Víctimas, con ver desde la ventana cómo unos hombres vigilaban desde los techos del penal: los gariteros.

Escalafón bajo
Rísquez describe que los gariteros eran los ojos del líder a través de la cárcel de Tocorón. Su principal objetivo, agrega, fue custodiar las instalaciones del recinto.

Quienes estaban arriba de los gariteros, según la estructura jerárquica de la organización, eran los denominados Luceros de la Baja. Ese grupo, explica Rísquez, se encargaba de ejercer violencia para proteger a los líderes del Tren de Aragua. Eran sanguinarios. De hecho, cuenta la investigadora, salían dos veces a la semana de la cárcel a resolver negocios inconclusos.

¿Cómo lograban salir?
"No tengo la más mínima idea. Afuera de la cárcel había funcionarios de la Guardia Nacional, pero dentro del penal, en realidad, no me percaté de que hubiera funcionarios de custodia (gendarmes). No sé si había presión, amenazas o acosos a esos funcionarios. Nadie sabe nada o no se ha hecho público, al menos".

Medio mando en Chile
El círculo de confianza de los líderes del Tren de Aragua está compuesto por los Luceros de la Alta, que se subdividen en tres áreas: los que controlan y extorsionan al poblado San Vicente, ubicado a pocos kilómetros de la cárcel; los que están fuera del país y lideran las células de la organización criminal en el extranjero; y los que se dedican a dirigir las bandas locales y a encabezar la comisión de delitos en su país.

En Chile, por ejemplo, fueron capturados por la Policía de Investigaciones (PDI) dos Luceros de la Alta, que coordinaban los negocios ilícitos del Tren de Aragua en el país: "Satanás", quien lideraba desde el norte de Chile; y "Estrella", quien está recluido en la cárcel de Valparaíso. Éste último, cuenta Rísquez, tenía una modesta compañía de envío de dineros en el centro de Santiago y utilizó la plataforma "Tú empresa en un día", del Ministerio de Economía, para que la Comisión del Mercado Financiero (CMF) no lo controlara.

"Estrella", quien dice llamarse Carlos González Vaca, fue detenido en marzo del año pasado, en la comuna de Quilpué. Según el testimonio anónimo de un policía, relata Rísquez, "Estrella" tenía una vida común: sacaba todos los días a pasear a su perro y tenía polola.

Los fundadores
En la cabeza de la estructura jerárquica están los llamados "Tres papás del Tren de Aragua", identificados como "Johan Petrica", "Niño Guerrero" y "Larry Changa". Se conocieron en la cárcel de Tocorón, entre los años 2007 y 2013. De ellos, el único que vivía en la prisión y lideraba desde allí era "Niño Guerrero". Para muchos, describe Rísquez, "Johan Petrica", es el verdadero jefe de la organización. Incluso "Niño Guerrero", quien escapó la semana pasada de la cárcel de Tocorón antes de que los 11 ,000 policías y militares la intervinieran, le decía papá.

¿Dónde están los otros?
"No se sabe dónde está exactamente 'Johan Petrica', pero se supone que debería estar en Venezuela, en una zona donde explota la minería. De "Larry Changa", lo único que se sabe es que huyó de Chile por un paso no habilitado".

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