Desde que se instaló en Miami, hace cinco meses, la pareja conformada por Maura Rivera (38) y Mark González (39) comenzó una suerte de trabajo remoto, enfocado hacia cierto punto costero de Chile. Así, mientras se adaptaban a su nueva vida en el sector de Palmetto Bay (Florida), siguieron haciéndose cargo de House of Mark, centro de eventos enclavado en Viña del Mar, a mas de 6.600 kilómetros de distancia, trecho que para ellos no ha sido un problema laboral.
"Hubo un momento en que me puse a pensar cómo íbamos a funcionar sin nosotros allá, pero hasta ahora lo hemos logrado", establece Mark, recordado exfutbolista devenido en empresario, quien diariamente monitorea desde EE.UU. la realidad de su negocio en Chile. "Se puede hacer porque es trabajo remoto y hay un equipo de confianza en el lugar", añade Maura, antiguo rostro de "Rojo" y también dueña de la marca de productos MAU. Ella advierte que, "a pesar de que apoyo harto en redes sociales", todo lo relativo al funcionamiento lo ve Mark.
Sobre las características de su empresa, González precisa que trabaja con ocho personas dispuestas en las áreas de administración, producción, marketing y mantención del centro, que tiene 800 metros cuadrados construidos y un espacio total de 1.600 metros cuadrados. Hasta ahora el lugar ha recibido eventos corporativos y fiestas varias, preferentemente matrimonios. "Abrimos en 2020, pero con la pandemia todo paró. Hubo un relanzamiento en febrero de este año y estamos tirando para arriba. Tenemos muchas fechas cerradas", comenta Mark.
¿Cómo se las ha arreglado para gerenciar un negocio en Chile desde Miami?
"Requiere estar encima. Tengo a mi mano derecha allá, que es una suerte de administrador. Hablo todo el día con él y me informa de todo lo que está ocurriendo, por eso estoy al tanto de las cosas".
¿Cuál es su fórmula laboral?
"Me preocupo todos los días de saber las novedades, para eso estoy con el teléfono en comunicación constante. Para mí es imprescindible el saludo diario, preguntar siempre cómo van las cosas. Hay que estar preocupado de que estén contentos los trabajadores, porque así rinden mejor y darán un mejor servicio. Es como en mis tiempos de futbolista. El DT debía ocuparse de que todos los jugadores estuvieran contentos para sacar resultados".
El novel empresario precisa que la dinámica comunicacional con sus subalternos se hace vía WhatsApp y a través de Zoom. "Cuando se requiere algo en específico nos enviamos mensajes por WhatsApp y todas las semanas hacemos una reunión larga sobre la realidad del negocio. A veces tenemos encuentros de 30 minutos y otras veces hemos estado hora y media viendo temas. Por Zoom también vemos asuntos específicos para que todos estemos coordinados y salir así de dudas rápido".
Independiente de su equipo de trabajo, Mark se apoya tanto en su hermano como en su mamá. "Me ayudan mucho a verificar y a enfocarse en detalles. Ellos viven allá y tienen toda mi confianza. Me apoyan en cosas específicas".
¿Cómo controla que todo funcione de manera correcta estando lejos?
"Creo que es difícil llevar un control grande estando lejos, por eso hay que funcionar en base a las confianzas. Uno ve caras y no corazones, hasta el momento no han ocurrido sorpresas, espero no tenerlas".
Desde su percepción de pareja y compañera de trabajo, Maura ha sido testigo del rol de jefe que ha tomado su marido. "Yo lo encuentro súper emprendedor, ha hecho cursos de negocios, también de entrenador, entonces no me cabe duda que se maneja bien en otras áreas independientes del fútbol. Es mateo".
A veces los negocios provocan dolores de cabeza. ¿Ve estrés en Mark?
"La verdad es que no se estresa mucho. En serio él es súper paciente. Yo creo que le gusta y porque le gusta no se estresa".