Los pacientes en estudio o tratamiento de cáncer de las regiones australes ya no tendrán que viajar cientos de kilómetros para acceder a exámenes de precisión: un sofisticado sistema que detecta tumores milimétricos en minutos ya opera en la zona.
Francisca Redondo, médico especialista en medicina nuclear de la clínica Andes Salud Puerto Montt, explica que se trata del PET CT. Este equipo médico híbrido de imágenes avanzadas combina la medicina nuclear a través del PET o tomografía por emisión de positrones con la tomografía computarizada (CT o TAC), basada en la emisión de rayos X.
"El CT permite obtener imágenes del cuerpo entero de forma anatómica, mientras que con el PET se obtiene una imagen de la actividad molecular de las zonas donde hay más desarrollo celular en el cuerpo, lo que se representa en mapas de calor. Esta información ayuda a diagnosticar y etapificar las enfermedades tumorales de manera más temprana y guiar el tratamiento oncológico, mejorando el pronóstico de los pacientes con cáncer", detalla la doctora Redondo.
Para que la máquina logre captar los tumores, al paciente se le inyecta una pequeña dosis de un material radiactivo llamado Flúor 18 FDG, que contiene un análogo de la glucosa. Como los tumores se alimentan de glucosa, este radiofármaco se anexa a las células donde hay un metabolismo más alto -típico de las lesiones tumorales- y eso permite que se vean como iluminadas en las imágenes.
La ventaja es que estas imágenes se obtienen en 20 minutos", destaca el doctor Osvaldo Gasc, director médico de la clínica.
La doctora Redondo aclara que el tipo de patología que se puede identificar depende del radiotrazador o radiofármaco. "El que más se utiliza es el FDG, que permite estudiar la gran mayoría de los tumores. Otro radiotrazador es el PSMA, que permite estudiar pacientes con cáncer de próstata; el Dotatate sirve para estudiar pacientes con tumores neuroendocrinos". Agrega que el equipo es capaz de detectar "tumores de dos milímetros", algo clave en la detección precoz.
Como los radiofármacos no se producen en la región, la clínica debe llevarlos desde Santiago, lo que supone una logística de traslado. "Me atrevo a decir que es la unidad más moderna del país en el manejo de la seguridad del material radioactivo", asegura Gasc.